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«La paz es un reto que concierne a todos, y los partidos tienen un desafío ante sí»

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Alex MASKEY
Sinn féin

Nacido en el norte de Irlanda en 1952, fue el primer representante nacionalista republicano en ser elegido alcalde de Belfast. Desde entonces, ha sido partícipe de las negociaciones llevadas a cabo en Irlanda, así como miembro de la Asamblea del norte de Irlanda, del que sigue siendo representante. A fecha de hoy el Sinn Féin gobierna en el norte de Irlanda junto con el partido unionista DUP.

Gari MUJIKA |

La delegación del Sinn Féin, compuesta por Bairbre de Brún y Alex Maskey, ha estado varios días en Euskal Herria, donde han llevado a cabo encuentros con diversos agentes políticos, sindicales y sociales, en el marco del nuevo contexto político abierto en el país.

Maskey, en esta entrevista concedida a GARA antes de conocerse el comunicado de ETA dirigido a la comunidad internacional, subraya la importancia de la movilización popular para llevar a buen puerto el proceso político, así como de la aportación de la comunidad internacional en la resolución.

¿Cómo ve a Euskal Herria en este momento político?

Estoy muy esperanzado. Es ilusionante ver esta oportunidad de traer la paz a Euskal Herria, y creo que puede ser exitosa. Es un desafío que concierne a todos. Todo el mundo puede hacer algo y los partidos políticos tienen un desafío ante sí, y creo que hay mucha gente decidida a llegar a un acuerdo, dispuesta a darle una oportunidad. Por eso creo que deberían llevarlo adelante, y espero ver un acuerdo entre la gente y los partidos.

Aunque las comparaciones nunca se ajusten del todo, desde su experiencia en el norte de Irlanda, ¿en qué momento cree que se encuentra en Euskal Herria?

Es complicado, porque obviamente la situación de la violencia del norte de Irlanda es diferente de la de Euskal Herria. Creo que aquí se sabe que se ha establecido un entorno de no violencia, que hay otros partidos y agentes sociales que están considerando dar una respuesta pero que en realidad podrían decidirlo por sí mismos, dispuestos a plantear el diálogo, a plantear todos los movimientos. Así que la gente de aquí va a solicitar que los partidos políticos que estén organizados lleven a cabo un compromiso con los vascos. En este momento, diría que eso es bastante idílico, pero todos los agentes tienen que entender que el proceso puede ser completo. Cuando pienso en el proceso de Euskal Herria creo que puede resolverse rápido. En el entorno de no violencia, si el Gobierno español responde positivamente, puede ser consolidado y concluida, porque habrá menos restricciones y barreras legales.

Habla de limitaciones legales, cuando, por ejemplo, la izquierda abertzale sigue «ilegalizada» y se prohíben manifestaciones como la de Adierazi EH!

Cuando hay un entorno de no violencia, el Gobierno puede empezar muy rápido a ejercer la democracia. Creemos que aquí se puede conseguir, hay un escenario muy esperanzador. Que la gente siga organizándose es muy importante.

¿Qué importancia tiene el ritmo en este tipo de procesos, que haya pasos continuos?

Es importante que el proceso siga moviéndose. Sin embargo, un proceso tiene que continuar por sí solo, porque en ese momento entendemos que todos los partidos, organizaciones y el Gobierno tienen su propia integridad y su propias necesidades e irán desarrollando los aspectos hacia la paz. Animamos a la gente a que mire hacia el futuro para conseguir una Euskal Herria estable. La gente tiene que decidir qué pasos dar y serán los pasos de la multitud los que se tendrán que tener en cuenta a la hora de llevar a cabo la negociación. Mucha gente dijo que nunca conseguiríamos estar en el Gobierno. Ahora lo estamos. Nos las arreglamos para superar el conflicto pensando en el futuro y la paz. Tengo la esperanza de que aquí pasará lo mismo.

La activación y movilización social también son importantes.

Soy muy claro en ese aspecto. Desde el principio dijimos que mantener la paz es demasiado importante como para ser dejada sólo a los políticos. Por eso las voces de todos son muy muy importantes y serán escuchadas. Todos deberían involucrarse: los grupos de defensa de las mujeres o de los derechos humanos, por los derechos lingüísticos o culturales, y todas esas voces harán que la gente se movilice. Es un desafío donde todo el mundo tiene la oportunidad de tener voz, y eso es lo importante. Creemos que así surge la fuerza para movilizar.

¿Y la comunidad internacional?

El proceso con el Friendship, en nuestro caso, ha sido diferente y creo que es muy importante, muy esperanzador, porque con el Friendship se ha involucrado un número de partidos de diferentes países. Eso significa que la comunidad internacional responde. Si la gente grita, también podremos sacar algo de sus gritos, porque se han estado reuniendo con muchos partidos y se han estado llevando a cabo negociaciones y discusiones. Teníamos gente de muchos sitios apoyándonos, así que fuimos capaces de saltar las barreras. Hay muchas experiencias y muchos ejemplos en el mundo de gente alzando la voz, también aquí, en Euskal Herria. La mayoría busca la paz en este contexto. Por eso es importante la comunidad internacional.

¿Qué mensaje enviaría a la sociedad vasca en este momento?

Que tengan buena suerte y que veremos un éxito en el proceso. Entendemos vuestra situación, porque vuestro país y gente ha estado luchando por la libertad durante muchos años. Si miráis a los irlandeses, veréis que tuvimos a mucha gente, incluso de nuestra propia comunidad, creyendo que no habría una Irlanda libre. Creo que ahora hay muchas oportunidades para conseguir la paz en Euskal Herria. Conocemos y deseamos lo mejor a los vascos, son amigos nuestros desde hace mucho tiempo, y que todo el mundo mire con esperanza el próximo paso, que esperamos que suceda pronto, y será muy importante. Así que buena suerte, porque toda la gente unida puede.

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