El diario irlandés de referencia «Irish Times» publicó el sábado una entrevista realizada al dirigente de la izquierda abertzale Rufi Etxeberria, al respecto de la situación política abierta ahora en Euskal Herria y, sobre todo, respecto a la declaración de la organización armada ETA de suspender sus acciones armadas ofensivas.

El día en el que el rotativo irlandés cuenta con más lectores, el sábado, el periodista y conocedor de la situación política de Euskal Herria Paddy Woodworth, publicó una entrevista en estilo indirecto realizada al dirigente independentista Rufi Etxeberria.

Con una extensa introducción para presentar al oiartzuarra, -que arranca señalando que «Rufi Etxeberria es una persona idónea para hacer una lectura de las señales -a menudo oscuros- que las autoridades españolas y el grupo terrorista vasco ETA envían entre sí cuando se está cocinando un proceso de paz»-, el rotativo recoge cómo Etxeberria rechaza «la opinión extendida de que la declaración de ETA -del pasado 5 de setiembre- no dejó satisfecho a las esperanzas, no sólo del Gobierno español, pero las de la misma izquierda abertzale. El dice que esta tregua, a diferencia de las anteriores, es «unilateral y sin condiciones», y no surge de algún acuerdo previo con el gobierno o con partidos políticos. Dice que la tregua ofrece «un contexto imprescindible para el diálogo y la negociación hacia la resolución del conflicto»».

«La cómoda inercia» de vetar

Preguntado por la Declaración de Bruselas y ETA, la entrevista recoge que responde que «Batasuna sigue haciendo un llamamiento a ETA para que asume el contenido entero de la Declaración, y eso quiere decir que sea explícito en que el alto el fuego es permanente y verificable».

Agrega que «la izquierda abertzale en absoluto contempla un futuro escenario donde haya acciones violentas». Y que en caso de haberlas, quienes las lleven a cabo «se autoexcluirán de la nueva estrategia asumida por nuestros miembros y contra ella». En otro orden, la entrevista señala que el dirigente independentista considera que el Gobierno español y los tribunales «son irresponsables» en recurrir «a la cómoda inercia» de prohibiciones como la marcha de Adierazi EH!, y que «Madrid deberá dar pasos, aunque sean pasos insuficientes».