Cuatro meses después de su desalojo a sangre y fuego, los «camisas rojas» desafiaron el estado de excepción y se echaron a la calle en Bangkok en el cuarto aniversario del golpe que depuso en 2006 a su líder, el ex primer ministro tailandés Thaksin Shinawatra para rendir homenaje a los 90 muertos y 1.900 heridos por la represión militar.

Miles de «camisas rojas» se concentraron en el cruce de Ratchaprasong, la misma zona de la ciudad que ocuparon durante dos meses hasta que fueron sacados a la fuerza por los soldados, y en el monumento a la democracia, en el que depositaron coronas de flores y lanzaron 10.00 0 globos al cielo.

3.000 policías vigilaron en todo momento estas marchas, toleradas por el régimen a condición de que se disolvieran antes de llegar la noche, y en las que los opositores exigieron la liberación de los cientos de compañeros detenidos y de sus líderes, juzgados por «terrorismo».

Ya el viernes, un grupo de ¨camisas rojas» se concentró ante la prisión de Klong Prem, en una muestra de que este movimiento sigue lejos de estar muerto, para preocupación del régimen de Abhisit Vejjajiva.