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VUELTA 21ª etapa

Como en la noche electoral

Tyler Farrar descorchó la última botella de champán en una Vuelta que acabó con todos los protagonistas rezumando satisfacción.

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A. U. LASAGABASTER I

El tradicional sprint de La Castellana puso el punto final a la Vuelta, que acabó como una noche electoral. O sea, con media docena de verdaderos ganadores, pero, a pesar de los «peros», declaraciones mayoritarias de satisfacción.

Tyler Farrar, que se impuso con claridad a Mark Cavendish -aunque el segundo puesto permitió al británico mantener el maillot de la regularidad-, descorchó la última botella de champán. La alegría del podio y las valoraciones de los protagonistas completaron los habituales tres puntos de interés en la despedida de la carrera.

Satisfacción fue la palabra más repetida. Especialmente comprensible en el caso de Vincenzo Nibali, que celebró haberse impuesto en «una carrera verdaderamente bonita». «Ha sido muy difícil ganar la Vuelta, pero también ha sido muy bonito -explicó-. Estoy muy contento de poder llevar a Italia el maillot rojo».

La experiencia ha sido tan buena, que el Canibali espera que ésta «sea la primera de muchas grandes vueltas».

Tampoco podía quitarse la sonrisa de la boca Ezequiel Mosquera, «apenado» por no haber podido arrebatar el liderato a Nibali, pero feliz por haberlo «dado todo» y por «el cariño que me ha mostrado la gente». El gallego reconoció que el primer podio de su carrera en una grande era un momento «muy especial» y confió en que pueda repetir en el futuro, que en su caso lleva los colores del Vacansoleil. «Correr otras carreras será un reto», explicó

La Vuelta también ha sido «una experiencia inolvidable» para Mikel Nieve. El mejor corredor euskaldun en Madrid explicó que «los primeros días fueron muy especiales, ganando etapas, escoltando al líder... Disfruté mucho de esa experiencia. La caída de Peña Cabarga lo cambió todo, pero supimos reponernos». Lógicamente, su mejor momento llegó en Cotobello. «Fue un sueño -reconoció el navarro-. El equipo hizo un trabajo genial y conseguimos un triunfo espectacular».

El corredor de Euskaltel-Euskadi también admitió que, pese a haber llegado a la carrera en buenas condiciones, «no pensaba que podría acabar entre los quince primeros. Estoy un poco sorprendido».

Su director Gorka Gerrikagoitia no tuvo dudas en dar «la máxima nota, un diez, al equipo. Hemos tenido de todo: un líder, victorias de etapa, luego mala suerte y hemos podido reponernos. Lágrimas de alegría y lágrimas de tristeza -resumió-. Pero hemos demostrado los valores del equipo».

Pese a los dos triunfos de etapa, a cargo de David López e Imanol Erviti, José Luis Jaimerena aseguró acabar la carrera «más satisfecho con el buen trabajo que con los resultados. Nos queda la duda de lo que hubiese hecho Bruseghin sin la caída de Peña Cabarga porque creo que hubiese acabado entre los primeros. Pero acabamos contentos», aseguró.

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