El primer largometraje de Elena Trapé -que se estrenará en noviembre-, ha tenido, según expli la propia directora, un comienzo «de lujo» y, es que, «venir a Zinemaldia ha sido toda una suerte». El filme, inspirado en un hecho real, cuenta la historia de un grupo de adolescentes, chicas de 15 años con un plan secreto y un objetivo común: la necesidad de vivir emociones fuertes que las distingan del resto. «Blog» se proyecta en la sección Zabaltegi Nuevos Directores y opta, junto a quince largometrajes noveles, al premio Kutxa Nuevos Directores. Las actrices Candela Antón e Irene Trullén acompañan a Trapé en esta entrevista.

Antes de hablar sobre la película, cuénteme cómo está siendo la experiencia de participar en el festival.

No esperábamos venir, no esperábamos nada y, de repente, estar aquí... es como un premio. A pesar de los nervios del estreno, ya estamos más tranquilas -dice en alusión a las siete actrices que la acompañan-. De momento, todo lo que hemos escuchado está siendo muy positivo.

En la película, a las chicas se las ve a través de las webcam que tienen sobre la mesa y se escuchan las conversaciones íntimas que mantienen. Llega un momento en el cual el espectador siente que está invadiendo su intimidad.

Mi intención era que las conversaciones que mantuvieran entre ellas fueran naturales, espontáneas. Para ello, a cada una les pusimos durante siete meses una cámara en los escritorios de sus propias habitaciones. A pesar de lo raro que les resultó al principio, terminaron por hablarles olvidándose por completo que era para una película. El resultado ha sido una especie de diario, donde han depositado todas sus dudas, sus miedos, sus deseos...

¿Se conocían de antes?

Aunque ahora son inseparables, no se conocían, porque las elegimos mediante casting. Por eso realizamos, durante tres meses, talleres de improvisación e interpretación hasta que creamos un grupo de amigas.

¿Por qué elegió a chicas?

La película está basada en un hecho real, en el que un grupo de adolescentes planean quedarse embarazadas. La noticia me atrajo no por el hecho en sí, sino por el motivo que las llevó a hacerlo. Una de ellas confesó que lo hizo porque creía que ésta sería la única manera de tener a su lado a alguien que la quisiera para siempre. Eso me impactó mucho, me pareció muy bonito, muy inocente. Tuve claro desde el principio que no iba a contar más allá, porque lo que ocurrió después fue muy sensacionalista.

«Blog» te hace reflexionar sobre la necesidad que se tiene en la adolescencia de pertenecer a un grupo.

En el filme, la trama del plan termina siendo muy secundario. Lo que sobresale, por encima de todo, es lo que pasa en las habitaciones de unas chicas de 15 años y cómo ven ellas el mundo. Es verdad que la sensación de pertenecer a un grupo es lo que le da sentido al plan, más que el propio plan. Ellas llegan a sentirse indestructibles porque se sienten queridas y eso les da una fuerza que resulta temeraria porque son capaces de hacer cualquier cosa.

A una no le gusta su nariz, otra se lamenta porque no usa la misma talla que las demás y hay quién admite no tener personalidad. ¿Ha sido inevitable hablar sobre problemas reales dejando al margen el guión?

Yo les he dejado que hablaran en las webcam sobre lo que quisieran y el tema del físico ha salido en más de una ocasión, es algo que está ahí. De hecho, muchas de ellas tienen amigas con problemas de alimentación.

Para las chicas es muy importante nuestro aspecto -puntualiza la actriz Irene Trulén-, porque es lo que muestras. Es verdad que hay chicas que no se sienten a gusto con su cuerpo o encuentran defectos en todos lados y decirlo en las cámaras fue una manera de liberarse, acabas planteando las preocupaciones que tienes.