El anuncio lo realizó el ministro francés de Cultura, François Mitterrand, el pasado viernes en una entrevista con la emisora de radio RTL, donde confirmó que habrá «una moratoria» de dos años respecto a la prevista eliminación de la publicidad antes de las 20.00 horas, ya que durante la programación de noche (y hasta las 6.00 de la mañana) se había suprimido desde enero de 2009. El ministro quiso quitar importancia a este anuncio que «no es sorprendente», matizó, porque el Gobierno ya había advertido de que habría una eventual revisión en el calendario para la progresiva eliminación de la publicidad.

Para compensar los ingresos que la televisión pública obtenía a través de la publicidad, se aprobó una ley a comienzos de 2009 que establecía una dotación estatal de 450 millones de euros, además de un incremento del canon audiovisual que paga cada hogar equipado con un televisor, de 116 a 120 euros en la actualidad. Además, se crearon dos nuevos impuestos sobre los ingresos publicitarios de los canales privados y sobre los operadores de comunicación que ofrecen servicios de televisión a través de internet y de los teléfonos móviles.

Por su parte, la BBC ha decidido congelar hasta 2013 el canon que tiene que pagar cada persona que tenga una televisión en Reino Unido para subvencionar la cadena pública con el objetivo de ayudar a disminuir el efecto de la crisis sobre la economía de las familias. La propuesta ha partido de BBC Trust, un organismo que fue creado en 2007 para controlar a la corporación y representar a los espectadores, y consiste en mantener hasta 2013 en 145,50 libras (173,52 euros) el impuesto que cada año tienen que pagar los dueños de un televisor en el país, lo que, según las cuentas de la cadena, generará un déficit en la pública de 144 millones de libras (171,7 millones de euros).

La cadena pública puede elevar hasta un 2 por ciento al año el canon, pero ha elegido no hacerlo para aliviar «las excepcionales presiones que el actual clima económico produce en los que pagan el canon», según señaló BBC Trust. No obstante, este organismo ha sido acusado por los distintos partidos políticos del país de permitir a la BBC pagar grandes sueldos a ejecutivos de la cadena y presentadores estrella, mientras que el resto de empresas públicas sufren importantes recortes.