primer congreso de historiadores de nafarroa
«Ya perdimos en 1512. De ningún modo vamos a perder en 2012»
El Primer Congreso de Historiadores de Nafarroa se cerró ayer con una mirada hacia el futuro. La cita reunió a diez expertos sobre la conquista del reino a manos de las tropas españolas 500 años después de que el duque de Alba rompiera las fronteras navarras. Los ponentes echaron por tierra la tesis del «pacto entre iguales» y defendieron la importancia de despertar la memoria para que Nafarroa no sufra una nueva derrota, la del olvido.
Aritz INTXUSTA |
Viana acogió el pasado fin de semana un congreso de historiadores centrado en la pérdida de la independencia, a raíz de la invasión de 1512. La cita, la primera de estas características que se hace en Nafarroa, tenía como horizonte remover las conciencias y despertar la memoria de los navarros de cara al quinto centenario. El reto se hallaba en conseguirlo de una forma académica, científica. Por ello, el contó con castillólogos, archivistas, numismáticos, expertos en las dinastías navarras y especialistas en los entresijos de las cortes de Castilla, Francia y Estados Pontificios.
Joseba Asiron, responsable del evento organizado por Nabarralde, determinó en las conclusiones que «ya perdimos en 1512. De ningún modo perderemos en 2012». De este modo, Asiron llamó a desmontar la «manipulación constante» a la que se ve sometida la desaparición del Estado de Nafarroa a manos de «una historiografía parcial e interesada». Asiron se mostró satisfecho del desarrollo de la iniciativa y la gran acogida que ha recibido el congreso, que incluso superó las expectativas de asistencia.
Una ponencia de Jean Luis Davant abrió un ciclo de charlas, explicando el papel jugado por Francia durante la conquista y en los sucesivos levantamientos en favor de recuperar la independencia. Davant expuso que la actuación de los franceses no se puede calificar de «buena o mala», sino que en las decisiones de París primaron otros intereses y que, realmente, le fue complicado auxiliar a los reyes navarros a recuperar las tierras que usurpadas por Fernando el Católico.
El experto en castillos y fortificaciones, Iñaki Sagredo, describió de qué forma fueron tomadas, plaza por plaza, las ciudades navarras. Cómo el modernizado Ejército español (13 kilómetros de tropas armadas con cañones) entró «como un cuchillo en la mantequilla» por el tupido manto de fortificaciones navarras que se encontraban desfasadas y en declive.
Floren Aoiz, por su parte, centró su intervención en cómo se construyó el falso relato de la «libre adhesión» de Nafarroa a Castilla. Contrariamente a lo que pudiera parecer, estas dulcificaciones de la conquista no salen de boca de los colonizadores, sino de las élites navarras que pretendieron así mantener sus privilegios y no perder su estatus de nobles.
Una de las intervenciones más esperadas era la de Peio Joseba Monteano, quien acaba de publicar una monografía que trata en exclusiva de la conquista. Monteano se centró en la Batalla de Noain, de 1521, donde se truncaron las esperanzas de recuperar las tierras conquistadas por el Duque de Alba nueve años antes. El historiador detalló qué fuentes válidas tenemos hoy día sobre la batalla y diseccionó, desde el rigor científico, el mito y la realidad de la derrota de Asparrós.
Redescubriendo la historia
Mikel Legorburu explicó cómo las Cortes de Nafarroa pelearon durante siglos para que se mantuvieran no sólo las cadenas del reino en las monedas, sino también el ordinal correspondiente a cada rey de Nafarroa. Así, Legorburu defendió que, para recuperar la identidad navarra como Estado independiente, hemos de llamar a los reyes por su nombre; por ejemplo, para Nafarroa, Fernando VII es Fernando III.
Pello Esarte, el otro gran experto en la conquista de Nafarroa, cargó contra el mito de la guerra civil entre navarros como detonante de la invasión de 1512. Frente a ello, puso sobre la mesa las ambiciones de los Trastámara (primero el padre, Juan y después su hijo, Fernando) sobre la corona navarra. Asimismo, describió a los Beaumont más como mercenarios de Fernando que como conspiradores contra la autoridad de los reyes navarros.
Cerró el primer día de Congreso Jon Oria, experto en el pensamiento de la corte de Margarita de Navarra, que reinó Behenafarroa tras la pérdida de Nafarroa Garaia. Oria afirmó que ese ambiente de intelectualidad y de estudio de los clásicos griegos en la corte navarra motivó la frase del dramaturgo William Shakespeare, cuando dijo: «Navarra será la maravilla del mundo».
El domingo arrancó las charlas Mikel Sorauren, quien desarrolló su ponencia en torno a «El reino de Navarra en el marco del imperio español». Sorauren habló del secuestro de la identidad navarra, diluida a través de la imposición de un imaginario histórico que no le es propio.
Bixente Serrano Izko se centró en cómo los españoles han tratado a Nafarroa y hasta dónde han relegado a este Estado europeo, enfocando su ponencia en casos prácticos. Serrano Izko, no obstante, se reservó el final de su charla para lanzar un mensaje esperanzador ya que, en su opinión, en los últimos 23 años «florece la investigación independiente» sobre lo ocurrido y se mostró seguro de que se seguirá avanzando.
La intervención de José Luis Orella abordó las justificaciones que se dieron desde la corte española, a través de bulas papales, para «legalizar» la invasión. Orella contrapuso los argumentos del jurista español Juan López de Palacios Rubios con los de Francisco de Vitoriana.
Los organizadores no quisieron dar por finalizado el congreso sin rendir homenaje al escritor vienés Pablo Antoñana. Su viuda, Espira Sauz, que también es presidenta de la iniciativa 1512-2012 Nafarroa Bizirik, protagonizó los actos en recuerdo a Antoñana, figura comprometida con la recuperación de la historia de Nafarroa más allá de versiones impuestas. Se bailó un aurresku en su honor y, durante el acto también se recordó al fallecido José Antonio Labordeta.
El congreso de Viana reservó un hueco para cuatro comunicaciones que dejó en manos de teóricos de la historia e iniciativas populares. Patxi Abasolo, responsable de 1512-2012 Nafarroa Bizirik, defendió la necesidad de articular una «conciencia crítica» que sea capaz de recuperar la «esperanza y reanimar la capacidad de acción colectiva». Aun reconociendo que la tarea más ardua corresponde a historiadores e investigadores, Abasolo sostuvo que si este trabajo no confluye después con las iniciativas populares no prosperará. Para 1512-2012 Nafarroa Bizirik, la invasión por parte de tropas españolas «de lo que quedaba de la Nafarroa independiente ha condicionado hasta hoy a este pueblo». Abasolo expuso que su iniciativa trabaja en dos direcciones: definir los hechos desde un punto de vista científico para reabrir un debate sobre los mismos y las consecuencias que todo eso ha tenido. Por ello, esta plataforma defiende que en 2012 «no hay nada que celebrar» porque no ha habido «anexión voluntaria alguna».
A esta iniciativa ha de sumarse la idea lanzada por Gorka Palazio, quien propuso crear una web con contenidos en euskara sobre la historia de Nafarroa, que pueda ser actualizada de forma colectiva, a través de lo que se conoce como wiki. El proyecto de Palazio se puede consultar en la dirección: nafarroa@wikispaces.com.
Por otro lado, el fundador de Nabarralde Luis Martínez de Gárate defendió la necesidad tanto de conocer la verdadera historia de Nafarroa desde un punto de vista científico, como la de recuperar la «memoria», que describió como algo más emocional y que pertenece al pueblo. Martínez de Gárate, que cerró su intervención con la frase de Baroja «porque fuimos somos y porque somos seremos», aseguró que una nación que olvida sus derrotas es una nación doblemente derrotada, pues sufre primero la derrota de las armas y después la derrota del olvido.
Por otra parte, Idoia Arrieta reflexionó sobre cómo se enseña la historia de Nafarroa a los alumnos. Arrieta, en un ejercicio de autocrítica, afirmó que «hemos sido muy descuidados» al tranmistir los hechos de la conquista, sin enfatizar que Nafarroa fue un Estado que quedó relegado de su lugar en la historia por medio de las armas. A. I.