La «cosa» está que arde y, a nada que nos descuidemos, nos va a quemar por todos los costados. Sobre todo, a quienes somos abertzales y no pertenecemos a ninguna clase privilegiada, esa políticamente correcta con la violación de derechos fundamentales, con el todo vale para detener un proceso que dé salida al conflicto -que no lo van a conseguir- y, suele coincidir, a la que no le afecta la reforma laboral, ni la que viene con las pensiones, sino que les interesa.

¡Vaya que sí les interesa! Aunque su representante genuino, la patronal, voraz e insaciable, se queja de que había que ir más lejos. Que el despido es más fácil y más barato; que se haya desnaturalizado la negociación colectiva hasta dejar sin efecto los convenios colectivos; que la intermediación en el mercado laboral se privatice y las ETT salgan reforzadas -¡viva los contratos basura!-; que el acoso a las y los parados, cual vagos y maleantes, se incremente... no les es suficiente, y lo dicen sin tapujos. Saben que cuentan con el apoyo incondicional de los gobiernos y sus partidos corifeos, que les aprueban cualquier norma con tal de no perder cotas de poder, eso sí, con un discurso tramposo para la galería, es decir para la ciudadanía de a píe que les sufrimos.

Me he encontrado una perla en un anuncio dirigido a las y los empresarios y responsables de recursos humanos que no tiene desperdicio, por su desvergüenza, aunque lo que dicen es verdad. «¡Saque el máximo partido a la reforma laboral!» es su lema. El anuncio: «La Ley de la Reforma Laboral ya está aquí. Va a traer un buen puñado de medidas donde no es oro todo lo que reluce... ¿habrá alguna medida positiva de la qué pueda beneficiarse ahora? Sí las hay: preavisos más cortos en los despidos objetivos, descuelgues salariales...¡Muy importante!: No despida, no contrate, no tome ninguna decisión en su empresa sin antes leer las medidas que se han aprobado». No doy la referencia de la consultoría que tiene la desfachatez de publicitarse así, no vaya a ser que a alguien le interese.

Eso sí, en la reforma, como burda maniobra de distracción, el Gobierno español, tan «respetuoso» con la Ley de Igualdad, hace dos referencias a la cuestión de género. Una: el deber de negociar la garantía de criterios no discriminatorios en los cursos de formación y adaptación de la jornada, algo totalmente inútil y vacío de contenido, porque ya existe esta obligación. Dos: excluir del cómputo del absentismo las faltas de asistencia que se deban a la paternidad en relación con el despido objetivo, lo que también está recogido en el ordenamiento jurídico.

Sarcástico es pretender, como lo dicen, que la reforma beneficia a las trabajadoras del hogar. Confío en que los lectores puedan leer el comunicado de la veterana Asociación vizcaina ATH, donde se explicita la discriminación y abusos que sufre este colectivo (www.ath-ele.com).

¿Huelga dicen? Claro que habría que hacer huelga, pero quienes la convocan para el 29 desde luego no están legitimados para ello ¡por cómplices!