La presión ejercida sobre los partidos de izquierda en Suecia sigue en aumento, ya que Fredrik Reinfeldt, líder de la coalición de centroderecha que se impuso en las elecciones, reclamó su apoyo para así evitar la influencia de los diputados ultraderechistas, informó AFP.

«La responsabilidad para una Suecia gobernable durante la próxima legislatura concierne también a la oposición», editorializó ayer el «Dagens Nyheter», uno de los diarios de referencia en el país.

«Con un partido xenófobo en el Parlamento, se está abierto a negociaciones transideológicas. Hay que hacer posible gobernar Suecia, aunque el Gobierno no tenga una mayoría clara», agregó.

La alianza de centroderecha se quedó a tres escaños de la mayoría absoluta en los comicios del domingo. El primer ministro se niega a negociar con el racista Demócratas de Suecia (SD).