Las fuerzas de seguridad indias en Cachemira intentan sortear las críticas
GARA |
Las fuerzas de seguridad indias aseguran haber dado prueba de una contención «máxima» durante los tres meses de protestas independentistas en la Cachemira ocupada, pero los métodos que han utilizado han ocasionado la muerte de más de un centenar de civiles.
El balance cada día peor provoca la cólera de la población de este valle de mayoría musulmana y manifestaciones en las que sus participantes, jóvenes y adolescentes en su mayoría, se enfrentan con piedras a la Policía y a las fuerzas paramilitares indias.
El primer ministro indio, Manmohan Singh, fue preguntado el mes pasado ante los jefes de la Policía sobre las tácticas empleadas por las fuerzas de seguridad desplegadas en Cachemira, en un contexto en el que se acusa al Gobierno de Nueva Delhi de no haber sido capaz de gestionar esta nueva ola de protestas.
«Tenemos que revisar los procedimientos operativos habituales y las formas de controlar a las multitudes para manejar la agitación pública con medidas eficaces y mejor organizadas para evitar muertes», indicó.
Singh pidió al Ministerio de Interior que estudie cómo actúa la Policía en otros países para controlar a las masas enfurecidas sin derramar sangre y presente recomendaciones.
La mayoría de los civiles que han muerto en la Cachemira ocupada por India desde el 11 de junio han fallecido por disparos de las fuerzas de seguridad, y otros por el impactos de gases lacrimógenos y balas de goma.
«Algunas manifestaciones han sido violentas, pero las fuerzas de seguridad deben responder como profesionales en la aplicación de la ley», afirmó HRW.
Sin embargo, Prabhakar Tripathi, portavoz de las tropas paramilitares de la Fuerza Central de Reserva de la Policía (CRPF) aseguró que «han actuado con la máxima contención». «Hemos introducido armas no letales para detener la violencia y reducir al mínimo el número de víctimas», explicó a AFP. Pero los médicos advierten de que esas armas «no letales», como gases lacrimógenos y balas de goma, pueden ser fatales. Y así ha ocurrido en más de un caso.
Rechazo a los parlamentarios
Una delegación parlamentaria enviada por Nueva Delhi a la Cachemira ocupada, encabezada por el ministro indio de Interior, P. Chidambaram, tuvo que interrumpir ayer su visita al principal hospital de Srinagar tras ser abucheada por manifestantes independentistas y familiares de pacientes heridos por las fuerzas de seguridad con gritos contra el Gobierno indio, informó AFP.
Algunos miembros de la delegación, integrada por 37 personas, llegaron el lunes a Cachemira, donde se entrevista- ron finalmente con líderes independentistas tras la negativa de éstos a reunirse con el conjunto de la delegación.