ZINEMALDIA
Julia se fue, llegó la agridulce Navidad noruega y Elisa recordó un duro secreto
Con la resaca producida por el «ciclón» Julia Roberts, de paso rápido y contundente por el festival -por cierto, se fue ayer sobre las 11.00 con su familia, de forma discreta-, la Sección Oficial se despedazó ayer con dos historias de esas que bucean en los sentimientos. Una, la noruega «Home for Christmas», de Bent Hamer, se adentra en el género navideño; la otra, «Elisa K», de los catalanes Judith Colell y Jordi Cadena, saca a la luz los abusos a menores.
Amaia EREÑAGA | DONOSTIA
El productor, guionista y cineasta noruego Bent Hamer cuenta en su haber con títulos como «Factotum» (2005), la adaptación al cine de la obra de Charles Bukowski; una película rodada además en Estados Unidos y con un reparto de estrellas encabezado por Matt Dillon. En «Home for Christmas» («A casa por Navidad»), la película con la que compite en la Sección Oficial, adapta varios relatos de su compatriota Levi Henriksen que, con la pequeña ciudad noruega de Skog como ubicación, se desarrollan en ese tiempo tan extraño de la Navidad.
Hamer acudió a Zinemaldia acompañado por tres de los actores de este filme tan coral y protagonistas, a su vez, de un triángulo amoroso en la pantalla. Las explícitas escenas de sexo dieron mucho juego y material para bastantes bromas entre los miembros del «triángulo» durante la rueda de prensa, porque hay un matrimonio real por medio. Enmarcada dentro del género navideño, no en vano se han elegido esas fechas para su estreno internacional, «Home for Christmas» está concebida a modo de puzzle, con historias que se entrelazan, pero, puntualizó su director, «está historia no tiene nada que ver con la Navidad». Busca, apuntó, contar historias más universales encuadradas en unas fechas que «te hacen sentir más frágil y en una época en la que todo se pone al límite». O saca lo mejor de tí, o lo peor. Y eso es lo que les pasa a los personajes: unos intentan regresar a casa, otros se escapan de ella, incluso algunos se convierten en Santa Claus un poco al límite. Es, en resumen, una historia «de esperanza y de perdón» con alguna referencia incluso a la guerra; en este caso, a la de Kosovo.
La segunda propuesta del día llegó procedente de Catalunya y es también una adaptación de un relato literario, en este caso de Lolita Bosch. «Elisa K», rodada en catalán -se estrena también así en las salas del Estado, subtitulada- es un proyecto conjunto de los directores Judith Colell y Jordi Cadena, profesores ambos de guión en la Univerdad Pompeu y Fabra, y con una carrera cinematográfica que incluye títulos como «53 días de invierno». Construida con dos partes bien diferenciadas -cada una rodada con el lenguaje de cada uno de los directores- en la primera, enteramente en blanco y negro y narrada por una voz en off, se nos adentra en las circunstancias de la violación por un amigo de su padre de la protagonista, una niña de 11 años. Huyendo del morbo conscientemente, han optado por no ser explícitos, porque «no hemos hecho una película sobre una violación, sino sobre el recuerdo», apuntó Judith Colell. En la segunda parte, el color explosiona con el dolor cuando Elisa despierta de esa especie de amnesia selectiva y recuerda aquel suceso horrible que le sucedió quince años atrás. Película abierta y descarnada, es una historia «en la que el espectador tiene que implicarse», como apuntaron sus autores.
«Los abusos contra menores es una situación que nos horroriza y creemos que los cineastas nos tenemos que acercar a este tema desde todos los lados, para plantarle cara y no pasar por encima de puntillas», explicó la directora de «Elisa K», Judith Colell.