El anuncio del Gobierno español de un gravamen para las rentas más altas se concretará finalmente en un nuevo tramo en el IRPF para aquellos que ingresen una cantidad superior a los 120.000 euros, que hoy en día pagan un 43% y pasarían a pagar cerca de un 47%, según informó ayer la Cadena Ser.

Este nuevo tramo, a efectos prácticos, apenas tendría repercusión en el gravamen de las rentas altas, ya que el número de personas que declaran esos ingresos es porcentualmente muy pequeño. Normalmente, aquellas personas que tienen ese tipo de ingresos suelen valerse de diferentes instrumentos fiscales y sociedades para no declarar tanto en el IRPF. En este sentido, la medida que el Ejecutivo de Zapatero lleva anunciado desde hace meses para contrarrestar el malestar social ante las reformas y recortes del gasto sera puramente testimonial.

De hecho, la vicepresidenta segunda y ministra de Economía, Elena Salgado, manifestó ayer que, en materia de impuestos, no habrá modificaciones «sustantivas» en los presupuestos generales para 2011, y añadió que «tal vez» sólo se produzcá «un pequeño ajuste» para las rentas más altas. Salgado respondió así en el Congreso a una pregunta de la diputada del PP Luisa Fernanda Rudí sobre qué piensa hacer el Gobierno del PSOE con los impuestos, después de meses amagando y reculando sucesivamente en esta materia. La vicepresidenta respondió que las modificaciones importantes en materia fiscal para reducir el déficit público «ya están hechas» en los Presupuestos de 2010 y que, a través de ellas, el déficit se ha reducido a la mitad en lo que va de año en relación con el mismo periodo de 2009.