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ZINEMALDIA

«Genpin», la vida y la muerte con carácter «naturalista»

La directora nipona Naomi Kawase sorprendió en la competición oficial con un documental grabado durante un año en una clínica de maternidad privada japonesa, dirigida por un veterano tocólogo de 78 años, que basa sus tratamientos médicos en los ancestrales métodos de la era Edo y que reflexiona sobre el nacimiento y la muerte de forma «natural».

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A.K. | DONOSTIA

La carrera cinematográfica de Naomi Kawase ha ido siempre ligada a algún acontecimiento de su vida. La mayor parte de sus trabajos son de corte documental, incluyendo «Embracing», que trata sobre la búsqueda de su padre, quien la abandonó cuando era niña, y «Katatsumori», sobre su abuela, que la acogió. La directora ha visitado Zinemaldia con una propuesta original y sorprendente, y que también está, de alguna manera, unida a uno de los acontecimientos más importantes de su vida; el nacimiento de su hijo -que ayer acompañó a su madre a la presentación de su película «Genpin»-.

Kawase muestra durante hora y media las experiencias que recogió durante un año en una clínica privada de maternidad donde ella misma dio a luz a su vástago y filma todas las impresiones y sensaciones que tienen estas mujeres embarazadas, desde los miedos que surgen de diferentes tópicos, hasta llegar al parto.

En la película, el tocólogo Tadashi Yoshimura reflexiona sobre la relación entre el alumbramiento y la muerte, y observa, más como ser humano que como médico, que sin la muerte tampoco existiría la vida. La vida nacida a este mundo, la vida que termina en el momento del nacimiento, la vida que acaba antes del nacimiento. Las vidas no cesan como vida aislada, sino que son prolongadas por la especie, y siguen.

Equilibrio y naturaleza

Kawase reivindica el derecho de las mujeres a elegir el modo en el que quieren ver nacer a sus hijos. «En Japón, sólo el 2% de los médicos respeta las decisiones de la mujer; en el resto de los casos, es el médico quien decide cómo traer al mundo al bebé», apuntó. Por ello, su objetivo no ha sido provocar «sorpresa» entre el público, «sino mostrar que existen varias formas de dar a luz».

A instancias de lo que defiende el veterano médico, Kawase reiteró que el propio parto «no es un sufrimiento, es un placer». Por ello, acerca al gran público a las iniciales preocupaciones de estas mujeres -como el miedo a la muerte súbita de su hijo-, para ir posteriormente profundizando en su evolución sicológica y física. «Al principio del embarazo, las mujeres están muy nerviosas, pero, poco a poco, se van sintiendo muy fuertes y dejan atras ese nerviosismo inicial», dijo.

Kawase recibió algunas críticas por parte de los periodistas por defender a capa y espada la medicina natural como mejor salida a estas situaciones. Pero respondió: «No puedo decir que todo lo natural sea correcto. El propio doctor asegura que la medicina moderna no es mala, ni la de la edad de Edo la mejor. Lo más importante es buscar un equilibrio entre ambas. En la vida de las mujeres ocurre lo mismo -prosiguió-; pueden elegir si quieren trabajar, tener hijos... pero lo importante es que tengan equilibrio en sus vidas».

La japonesa prepara ahora una nueva película, «Rojo», basada en un libro de 1300 años de antigüedad y donde se muestran los poemas que escribían sus antecesores.

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