El PNV anunció en la tarde de ayer en Madrid un «principio de acuerdo» con el Gobierno español por el que «a partir del 1 de enero de 2011» se transferirán al Ejecutivo de Lakua «las funciones, los bienes y el personal de un paquete de transferencias sociolaborales» conformado por las políticas activas de empleo (incluyendo las bonificaciones de las cuotas empresariales), la intermediación laboral (antiguo Inem), la Formación Profesional (tanto ocupacional como continua), el Instituto Social de la Marina y la Inspección Laboral.

Todo este paquete está valorado en 472 millones de euros. De ello se deduce que el PNV ha rebajado la cantidad que había fijado para la competencia de las Políticas Activas de Empleo, puesto que sólo ella -es decir, sin Formación Profesional, Instituto Social de la Marina e Inspección Laboral- ascendía a 480 millones euros.

Los portavoces jeltzales informaron también de que han acordado con el Gobierno español que en cuanto se reorganice el Fondo de Garantía Salarial (FOGASA), de acuerdo con la última reforma laboral, se procederá a la transferencia de las funciones ejecutivas vinculadas al mismo.

El PNV no dudó en calificar de «histórico» lo que el propio partido define como «un principio de acuerdo». Y señaló que «satisface íntegramente una reivindicación que viene realizando desde 1988». La palabra «íntegramente» aparece subrayada.

Las negociaciones han estado protagonizadas por los responsables parlamentarios del Grupo Socialista y del PNV, a su vez en permanente contacto con el Gobierno español y con el EBB, respectivamente. El anuncio corrió a cargo de Iñigo Urkullu, acompañado por su portavoz, Josu Erkoreka, y por el del PSOE, José Antonio Alonso, flanqueado por el vicepresidente tercero y ministro de Política Territorial, Manuel Chaves, y su secretario de Estado, Gaspar Zarrías

Desde el Gobierno de Lakua se apresuraron a anunciar que el lehendakari había dado el «visto bueno» al acuerdo antes de que fuera firmado, tras recibir una llamada de José Luis Rodríguez Zapatero para comunicarle los términos del texto.

Acuerdos incumplidos

A falta de conocer cuáles son las garantías logradas por el PNV sobre el cumplimiento de lo comprometido, es preciso recordar que el propio portavoz jeltzale en el Congreso, Josu Erkoreka, reprochó en julio en un pleno al presidente del Gobierno español el incumplimiento de buena parte de lo prometido para aprobar presupuestos anteriores. Su lista de deudas impagadas se retrotrajo hasta el año 2006.

También hay que dejar constancia de que los 45,5 millones pactados por PNV y PSOE para financiar proyectos de ciencia e innovación durante 2010 fueron recortados casi a la mitad por Zapatero nada más comenzar el año. En concreto, tras el Consejo de Ministros del 29 de enero se quedaron en 27.

Vía libre a un nuevo pacto

En el capítulo de incumplimientos puede reseñarse también que, en realidad, el principio de acuerdo alcanzado ahora es la plasmación del que permitió que el año pasado el PNV aprobara los presupuestos generales del Estado. Según consigna ahora este partido, los jeltzales se preparan para comenzar a partir de ahora la negociación de las cuentas para 2011.

Pese a que dichas negociaciones todavía no han comenzado, todo el mundo da por hecho que José Luis Rodríguez Zapatero tiene garantizado el apoyo del PNV para salvar unos presupuestos que en caso de no aprobarse podían haber provocado una grave crisis de gobierno en el Estado español y quizá el final de la legislatura.

Iñigo Urkullu ya avanzó ayer que «es un tiempo que nadie puede desaprovechar para la estabilidad económica, política e institucional, y el PNV no lo va a desaprovechar».