Gloria LATASA gloriameteo@hotmail.com
Tiempo de otoņo
Estamos de estreno. Una nueva estación, unas condiciones ambien- tales que van sufriendo pequeños cambios y unos ritmos biológicos, los nuestros y los del resto de los seres vivos, que tendrán que irse adaptando. A algunos de estos seres vivos, los árboles, les servirá para vestirse con su ropaje más colorido. De los tonos verdes pasarán a los naranjas, amarillos, rojos brillantes o lilas gracias a pig-mentos como carótenos o antocianinas.
Un momento del año en el que podemos disfrutar de días estivales, retales del verano a los que llamamos veranillo de San Miguel o de San Martín que nos visitan gracias a los anticiclones; o en el que podemos sufrir las inclemencias del paso de perturbaciones, credenciales de un invierno que no hará su entrada oficial hasta finales de diciembre pero que comenzará a dar señales firmes de su llegada ya durante el mes anterior.
Perturbaciones que a su paso nos muestran diferentes tipos de tiempo. El tiempo previo, en el que finas nubes altas empiezan anunciando la llegada de una borrasca y el cielo se cubre poco a poco. El que llega con un frente cálido, gris y lluvioso pero más templado. El que trae un frente frío, con temperaturas más bajas y con chubascos. Y el que puede traer la «cola» (trasera) del frente frío, más o menos complicado por su inestabilidad, que alternará momentos de claros con más nubes y chubascos.
El primer aguacero de un auténtico otoño, según el refranero popular, aparece el 29 de septiembre: «El otoño verdadero, por San Miguel el primer aguacero». Un refranero que parece bromear con el tránsito estacional en la montaña: «El verano en la montaña, empieza en Santiago (25 de julio) y acaba en Santa Ana (26 de julio)».