Adaptación de la novela de Lolita Bosch «Elisa Kiseljak», que ha perdido al llegar a la pantalla el apellido completo de la protagonista y se ha quedado sólo con su letra inicial. La autora literaria utilizó el topónimo de una ciudad bosnia, sitiada durante el conflicto de los Balcanes, para aplicarlo como metáfora de la trágica vivencia que sufre la protagonista durante su niñez.

Aina Clotet es la joven actriz que asume el sufrimiento en primera persona de Elisa quien, tras permanecer catorce años bajo una amnesia traumática, recuerda de golpe que justo antes de cumplir los once fue violada por un amigo de su padre.

Los realizadores Judith Colell y Jordi Cadena, que son pareja sentimental, han decidido trabajar juntos por primera vez, debido a que la estructura de «Elisa K» en dos tiempos se prestaba a ello. El pasado es fotografiado como una pesadilla en blanco y negro, en contraste con el vivo color del presente.