Patxi López llegó al Parlamento con un mensaje claro en clave económica: «Hoy estamos mejor. Estamos saliendo de la crisis». Pero la réplica de los grupos fue tan unánime -hasta Basagoiti le acusó de «autocomplacencia»- que el lehendakari tuvo que matizar en su segundo turno que él «en ningún momento» había dicho que la crisis hubiera pasado, sino que se está en camino de ello, y tuvo que admitir que el desempleo sigue siendo una realidad sangrante en Araba, Bizkaia y Gipuzkoa.

Y es que, si en su intervención matutina había subrayado que cuando llegó al Gobierno en la CAV había 43.000 parados más que en el ejercicio anterior, por la tarde no le quedó más remedio que señalar lo que antes había pasado por alto: que en los dieciséis meses de su mandato ese número ha seguido creciendo. Concretamente, en más de 10.500 personas, aunque él sólo habló de nueve mil y puso en valor que la destrucción de empleo ha sido menor.

«Algo habremos hecho»

López construyó su discurso, que en la tribuna sonó muy voluntarista, partiendo de datos macroeconómicos como la subida del 0,5% del PIB en la última medición trimestral, frente a la caída del 3,7% en mayo de 2009. Unos datos que, sin embargo, son parecidos en todos los países del entorno -sólo Grecia ha experimentado un retroceso en el último año- y que hay que atribuir a los ritmos y vaivenes del ciclo económico. Aintzane Ezenarro, de Aralar, le espetó con cierta ironía que «decir que ese pequeño crecimiento del PIB es consecuencia de la labor de su Gobierno es mucho decir», a lo que el lehendakari sostuvo -repitió esta frase hasta en seis ocasiones- que «algo habremos hecho» para ello.

Frente a las acusaciones de EA y Ezker Batua de hacer «seguidismo» de las políticas económicas de Zapatero, López respondió que ese seguidismo no es tal, y señaló que si hubiera sido así la situación no sería la que es, sino peor, con lo que no dejó en buen lugar al secretario general de su partido.

De cara al futuro, expresó su intención de tener «unas cuentas públicas saneadas», porque «no podemos mantener una situación de permanente aumento de la deuda», aunque desde el PNV, Joseba Egibar le recordó que el incremento exponencial de la deuda se ha producido con él en el Gobierno.

El lehendakari, quien insistió en dar total prioridad a las obras del TAV, también admitió la necesidad de «un debate y una reflexión serena» en materia fiscal, pero pospuso ese debate y reflexión a después de las elecciones del año que viene, una vez que se constituyan las nuevas diputaciones.