Representantes del Gobierno de Turquía y del partido kurdo BDP mantuvieron ayer un encuentro a la que ambas partes pidieron la continuación del diálogo y abogaron por una nueva Constitución, aunque también quisieron minimizar las expectativas que el encuentro suscitó en la opinión pública. En la reunión participaron el viceprimer ministro turco, Cemil Çiçek, y el ministro de Justicia, Sadullah Ergin, ambos del AKP, y los copresidentes del BDP, Selahattin Demirtas y Gültan Kisanak.

Tanto el Ejecutivo de Ankara como los líderes del BDP descartaron cualquier intento de atribuir un «sentido oculto» a la cita, afirmando que los problemas del país no se resolverán con una sola reunión, informó el diario turco «Hürriyet». Pero también insistieron en la necesidad de que continúe el diálogo, no sólo bilateral sino también con la participación de otros partidos.

Después del encuentro, que se produjo tras conocerse que el Gobierno está dialogando con el líder del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), Abdullah Öcalan, Demirtas aseguró que «no hay duda de que los problemas no se resolverán con una sola reunión, pero las conversaciones han abierto el camino a la negociación y al diálogo». Sin embargo, aclaró que no hay solicitud ni fecha para un próximo encuentro.

En la reunión de ayer, se conversó sobre la redacción de una nueva Constitución, tras el referendo del pasado día 12 en el que el 58% aprobó la reforma constitucional -una cuestión que consideraron no debe demorarse- y sobre la lucha armada del PKK. Ambas partes coinciden en que muchos de los problemas se derivan precisamente de la Carta Magna. Al respecto, Demirtas dijo que su reforma debe incluir el reconocimiento de una amplia autonomía kurda y de los derechos lingüísticos del pueblo kurdo, indicó AFP.

En relación a la lucha armada, Çiçek estimó que «todos los problemas tienen solución y deben ser discutidos en el marco de la democracia y la ley; sin derramamiento de sangre y de lágrimas» y añadió que «el Parlamento es el único lugar donde los problemas del país se pueden resolver». También Demirtas instó, según «Hürriyet», a poner fin al derramamiento de sangre.

En una reciente entrevista publicada por el diario turco «Aksam», Abdullah Öcalan advertía al Ejecutivo de Ankara de que si no abría un proceso de diálogo, él se desentendería de una salida negociada al conflicto. Y reiteraba al Gobierno turco la necesidad de abrir una interlocución, con él, con el PKK, o con el BDP.