La suerte está echada para las elecciones parlamentarias que se celebrarán el domingo en Venezuela, consideradas un test de cara a las presidenciales de 2012, en las que Hugo Chávez aspira a un tercer mandato de seis años. El Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) de Chávez y la oposición cerraron entre el martes la campaña con varios actos.

El PSUV organizó una caravana que tras recorrer, con la participación de Chávez, el martes varios distritos en el oeste de Caracas, puso el broche de oro a su «torbellino rojo» con una concentración en una céntrica plaza de la capital. Poesteriormente, se celebró el «Concierto de la Victoria» con varios grupos musicales, antes de lanzar el «cohetazo» a la medianoche.

Los partidos de oposición, que tras el boicot de 2005 acuden a las urnas unidos en la llamada Mesa de Unidad Democrática, realizaron actos por todo el país.

Los 17 millones de venezolanos llamados a votar optarán porque el Gobierno preserve la mayoría para garantizar «el futuro de la revolución» o porque la oposición, a la que su boicit a la anterior cita dejó sin representación, vuelva a tener presencia parlamentaria.