La idea de «Machete» proviene de los inicios cinematográficos de Robert Rodríguez, como un personaje violento de origen mexicano ligado al duro actor Danny Trejo, y que ha tenido distintas apariciones secundarias, incluso derivaciones con otros nombres parecidos como Cuchillo o Navajas. Cuando toma cuerpo definitivo es en el falso trailer rodado para el díptico «Grindhouse», que servía para anunciar de paso el futuro proyecto.

La película se convierte así en un homenaje a Danny Trejo, eterno secundario que alcanza la categoría estelar protagonizando una historia sobre el personaje que mejor le define en la pantalla. En el pasado no pudo ser factible, debido a que Hollywood no admitía una película sobre un héroe de acción mexicano. Hoy en día lo latino se ha hecho un hueco en EEUU gracias al aumento de la población procedente del sur de su frontera. No obstante, el debate sobre la ley de inmigración en Arizona ha convertido a «Machete» en un arma arrojadiza contra los gringos que apoyan la caza del ilegal y la deportación a su país de origen.

En lo estrictamente cinematográfico, «Machete» es la película de Robert Rodríguez que ha recibido mejores críticas, tal vez porque, por una vez, sus excesos encuentran una razón de ser. De cualquier manera, su cine sigue funcionando por simple acumulación de elementos violentos o eróticos, y no por una progresión dramática.

También favorece a «Machete» su estética deliberadamente retro, hecha a imagen y semejanza de la acción que se estilaba en los años 70. Y, como de costumbre, Robert Rodríguez destaca más en su faceta de productor que en la de director, consiguiendo un reparto multiestelar muy por encima de su reducido presupuesto.