Apenas unas horas después de concluir la huelga general convocada en el Estado español, el Gabinete de Zapatero y el sindicato UGT coincidieron ayer en destacar sobre otras valoraciones su disposición a dialogar y llegar a acuerdos. En concreto, fue la vicepresidenta primera, María Teresa Fernández de la Vega, y el líder del citado sindicato, Cándido Méndez, quienes escenificaron ese acercamiento en los micrófonos de la Cadena Ser, donde ambos coincidieron.

Méndez aseguró en la citada emisora que existe una «discrepancia» muy profunda con el Ejecutivo en el ámbito de la política social y económica en puntos que no son secundarios, sino «esenciales», pero añadió a continuación que en su central «estamos sin género de dudas por la negociación y el acuerdo», aunque, apostilló, «hay que saber para qué».

De la Vega, por su parte, indicó que «me gustaría que pudiéramos sentarnos a hablar», ya que «ayer el objetivo era garantizar los derechos y hoy el objetivo es retomar el diálogo para el acuerdo». En este sentido, aseguró que van a hacer todos los esfuerzos para que ese diálogo se produzca, aunque insistió en que no cambiarán de rumbo porque es el «adecuado».

Éxito «inmanipulable»

Por otra parte, el secretario general de CCOO-Euskadi, Unai Sordo, dijo estar muy satisfecho del «éxito» de la huelga, algo que, a su juicio, es «incuestionable e inmanipulable». En declaraciones realizadas a Europa Press, Sordo admitió el menor seguimiento del paro en Hego Euskal Herria, y lo achacó a que «el sindicalismo abertzale no ha participado en un día que tenía una importancia vital para los trabajadoras vascos».