Un nutrido grupo de trabajadores de Thyssenkrupp de Alonsotegi cortó ayer el tráfico en la calle Sabino Arana, lo que generó un colapso circulatorio en Bilbo. La plantilla demanda que se impida a la multinacional alemana que cierre la planta de Enkarterri y deje en la calle a 120 trabajadores con sus familias.

Esta factoría se dedica a la fabricación de muelles y barras estabilizadoras para la automoción. Tras diversas protestas, ayer los trabajadores se sentaron en esa vía circulatoria sobre las 8.30 donde permanecieron varios minutos, a la vez que derramaban aceite en la calzada, lo que provocó la intervención de los bomberos para eliminar el producto del asfalto.

Tras esa sentada, los trabajadores acudieron a la sede del Gobierno de Lakua en Gran Vía para reclamar a la consejera de Empleo y Asuntos Sociales, Gemma Zabaleta, que no acepte el expediente de rescisión de todos los puestos de trabajo que demanda Thyssenkrupp y, sobre todo, que no adopte una posición en contra del comité y los trabajadores.

El corte de esa vía, que cuenta con una gran afluencia de vehículos, provocó la intervención de la Ertzaintza, que detuvo a uno de los trabajadores, tras solicitarle la identificación. Fuentes del comité aseguraron a GARA que «le han soltado a primera hora de la tarde».

La agencia Efe añadió que la Ertzaintza imputa a un total de 37 trabajadores un delito contra la seguridad colectiva por verter aceite sobre la calzada en la calle Sabino Arana durante la protesta laboral de los trabajadores de Thyssenkrupp.

El comité de esta empresa de Alonsotegi recordó que la multinacional alemana aseguró en el año 2007 que ese centro de trabajo representaba una referencia para la multinacional y anunció inversiones.

Sin embargo, dos años después cambió de dirección en sus planteamientos, lo que llevó a una reducción de empleo de 200 a 120 trabajadores. El pasado mes de junio, finalmente, se anunció el cierre de la empresa para el día de ayer, aunque el proceso se ha alargado por el expediente de regulación.