Imanol Intziarte Periodista
A pie o en autobús, hasta las salinas
El 12 de marzo de 1930, Mohandas Karamchand Gandhi emprendía una larga caminata que, varias semanas más tarde, el 6 de abril, le llevaría hasta la costa del Índico. Por el camino se le unieron otras muchas personas que comartían su anhelo de una India independiente de Gran Bretaña. A la orilla del mar, tomó agua salada en sus manos. La sal era monopolio de la metrópoli, que gravaba su compra y que prohibía procesarla de manera privada. Su pequeño gesto de rebeldía fue imitado por todo el país, la ciudadanía comienza a producir artesalnalmente su propio producto. Los ocupantes encarcelan a decenas de miles de «ladrones». Gandhi pasa nueve meses en prisión, pero al final los británicos se rinden y dan la batalla por perdida.
El 1 de diciembre de 1955, en Montgomery (Alabama, Estados Unidos), una mujer llamada Rosa Parks se negó a obedecer al chófer de un autobús público, el cual quería obligarla a ceder su asiento a una persona de raza blanca. Fue encarcelada, acusada de haber perturbado el orden. En respuesta, un pastor llamado Martin Luther King dirigió las protestas para terminar con la segregación racial en los transportes públicos. Un año después, la Corte Suprema de EEUU declaró que la segregación era contraria a la Constitución.
¿Por qué traigo a esta página estas dos pequeñas historias? Mañana hay convocada una manifestación en Bilbo. Se espera que acuda mucha gente. Eso es bueno. Marchar está bien, este pueblo tiene las suelas gastadas de caminar como modo de expresar sus anhelos, su rabia, su hartazgo, sus ansias... Pero ya va siendo hora de recoger la sal, de negarnos a ceder nuestro asiento en el autobús. De además de decir «estoy en contra de la mili», seamos capaces de no ir cuando nos toque, a sabiendas de que las rebeldías, por muy pacíficas que sean, se pagan. Ya va siendo hora de que alguien, al acabar una de tantas movilizaciones, realice un pequeño gesto que sea imitado por miles de personas... Una oleada de sal para endulzar el futuro.