Maite SOROA | msoroa@gara .net
Lo que les preocupa son los mensajes
Otra operación policial se ha saldado con la detención de tres ciudadanos vascos a los que la prensa ya acusa de pertenencia a ETA. Los elementos más reaccionarios y entusiastas de la estrategia de la provocación puesta en marcha por Alfredo Pérez Rubalcaba se felicitaban ayer por todo ello.
Así el editorialista de «El Correo Español» y «El Diario Vasco», a la vista del alto el fuego anunciado por ETA, hablaba ayer de «amenaza latente» y llegaba al esperpento. No se pierdan el argumento: «La detención de tres presuntos miembros de un comando legal que podrían estar reconstruyendo el `complejo Donosti' de ETA, y el hallazgo en su poder de una importante cantidad de productos químicos para la elaboración de explosivos junto a un vehículo robado hace nueve años, dan cuenta de la amenaza que entraña la anunciada suspensión de las `acciones armadas ofensivas' por parte de la banda terrorista». Pues a mí me da en la nariz que si el coche llevaba nueve años en su poder y no lo habían empleado, la lectura debiera ser otra, diametralmente opuesta, por cierto.
Pero el editorialista no parece dispuesto a que la realidad le chafe un editorial que a buen seguro escribió antes de producirse las detenciones, cuando el funcionario de la oficina siniestra le adelantó lo que iba a pasar.
El tipo (o tipa) insiste en la alocada tesis: «Una amenaza que obliga a las instituciones competentes a extremar el celo en la desarticulación de las tramas etarras para que estas no se aprovechen del clima de relajación que induce cualquier situación de tregua, por parcial que sea». Y deja para el final el verdadero objetivo de sus desvelos: «Pero también demanda de las formaciones democráticas una actitud más exigente y crítica ante los pronunciamientos de la izquierda abertzale, las responsabilidades que contraen quienes la acompañan y, sobre todo, frente al trasfondo inmovilista y de coacción que encierran las tres últimas comunicaciones de ETA. No basta con reiterar la exigencia de que la banda terrorista desaparezca de una vez. Es necesario también desmontar públicamente la carga antidemocrática que encierran los mensajes de la izquierda abertzale». Rascas un poquito y les sale el bicho.