Raimundo Fitero
Ecuador
Las imágenes que nos han servido de Ecuador nos devuelven a la segunda mitad del siglo veinte cuando en toda América del centro y del sur se sucedieron los golpes de Estado, los movimientos militares que escribieron una parte de la historia más negra de la humanidad. Ver al presidente electo de Ecuador Rafael Correa con una careta antigás, refugiado en un hospital rodeado por policías y militares golpistas no son nada más que un reproducción de aquellas desestabilizaciones que se diseñaban desde los estados centrales de las agencias de seguridad norteamericanas y que en cada embajada tenían sus agentes.
La situación actual de la América bolivariana les tiene inquietos. La ruptura, aunque sea tímida, con las recetas y consignas neo-liberales, la recuperación de una cierta auto-estima de algunos sectores populares de los países que han ido dando pasos electorales dejando de lado a las oligarquías más entregadas al capital y a los designios militares de los yanquis, tenía que ser contrarrestada con estos movimientos telúricos, estos malditos juegos de agitación y propaganda que contra Chávez en Venezuela se muestran en su forma más rotunda, pero que si logran desestabilizar la zona, rompiendo la actual situación, en un claro aviso para navegantes.
Por lo que este episodio, insisto, tan repetido en la historia, tendrá ahora comunicados de condena, saldrán cancilleres a mostrar su solidaridad, pero el trabajo de conspiración solamente ha hecho mas que empezar, y veremos como se van incendiando focos de conflictos por todo el continente, buscando romper alianzas, siempre con el objetivo de volver a un estatus de control absoluto por parte de los Estados Unidos, que sigue considerando, con Obama también, esos países como su patio trasero. Colombia la tienen controlada, con campos de entrenamiento, bases con sus tropas, es actualmente su mayor aliado, pero que Bolivia, Ecuador, Perú, Uruguay, y sobre todo Venezuela, tengan gobiernos no totalmente sumisos, no lo aceptan de buena gana. Así que atentos a la pantalla, volveremos a ver uniformes, encapuchados armados, instituciones democráticas asediadas. Desgraciadamente, nos conocemos el guión de memoria.