Maite SOROA | msoroa@gara .net
La denuncia de torturas les enerva
Eel embajador de Venezuela en Madrid puso en cuestión los métodos empleados por la Guardia Civil para arrancar las «confesiones» de Atristain y Besance y los editorialistas del nacionalismo español extremista se pusieron a brincar como las ladillas. También la prensa amiga de ZP.
El editorialista de «El Mundo» aprovechaba para zurrarle al Gobierno... español: «Se trata de una suposición sin prueba alguna que, en cualquier caso, resulta ofensiva para cualquier Gobierno democrático. Lo lógico y lo coherente sería que Exteriores amonestara, al menos, al embajador. Pero está claro que el Gobierno ha optado por esconder la cabeza bajo el ala, fingiendo que cree la inverosímil versión venezolana».
Y en «El País» afeaban al Gobierno por no hacer los deberes y sentenciaban que «no lo hará mientras la única estrategia de Moratinos sea evitar que se enfade el caudillo caribeño, olvidando que también él está interesado en una buena relación con Madrid».
Tampoco se extrañen de que, así las cosas, en «Abc» pongan el grito en el cielo: «Por si no fueran suficientes los datos que tiene la Audiencia Nacional para esperar una reacción digna del Gobierno español, el embajador venezolano en España se ha atrevido a cuestionar la legalidad de los interrogatorios a los etarras. No hay intereses económicos en Venezuela que justifiquen esta humillación en la que se postra el Gobierno español ante Hugo Chávez». Ya veremos qué dicen los empresarios sobre eso de los «intereses económicos».
Y en «La Razón» pedían directamente expulsar al embajador bolivariano: «Es inaceptable que el embajador de Venezuela, Julian Isaías Rodríguez, haya insinuado que la Guardia Civil ha torturado a los etarras que confesaron haber recibido entrenamiento en su país. Para cualquier país respetable, personajillos como éste son `non gratos' y ningún partido democrático acepta recibirlos o atenderlos. Por simple dignidad».
«El Diario Vasco» y «El Correo Español» se centraban en lo importante: «Resulta sarcástico e inadmisible que el embajador de la república bolivariana en Madrid manifestase ayer dudas sobre el carácter `totalmente voluntario' de las declaraciones de los detenidos». ¿Y si han sido torturados?