Afronta hoy su último objetivo -correrá el Giro de Lombardía para ayudar a Samuel- de una temporada difícil en la primera parte. Desde agosto ha logrado dos victorias en Burgos y Tour de Vendée y acabó segundo una etapa en la Vuelta.

¿Cómo llega a su último objetivo del año tras ganar en la anterior prueba, el Tour de Vendée?

Lo importante es ganar todos los años. Igual ganas un año cinco y te acostumbras a ganar. Este año he tenido problemas en el inicio y, como hasta la segunda parte no he ganado, lo saboreo más. Cuando no ganas te entran las dudas. Los sprinters necesitamos confianza, que es lo que te dan las victorias. Parece que empiezas a coger la racha y vienen una detrás de otra. Cuando llevas meses sin ganar te precipitas, cometes fallos y eso no ayuda nada.

El principio de año fue difícil...

Tras Milán San Remo y antes de las clásicas tuve un problema en el oído y estuve diez días sin coger la bici. Empecé a entrenarme y a estar bien tras Romandía y Dunkerque, en Picardie hice segundo en una etapa y en la general y, cuando debían llegar las victorias, me caí en el Tour de Baviera. No tuve continuidad en la primera parte, cada vez que estaba bien de forma me pasaba algo y debía empezar de cero. Así es difícil ganar. En la segunda parte la salud me ha respetado y conseguí las dos victorias.

¿Le ha faltado ganar esa etapa de la Vuelta en la que fue segundo?

Parece que es la cuenta pendiente, ganar en una grande. Más no puedo hacer, intento cuidarme y entrenarme al 100% y a veces ganas y otras no. Ese día la tuve cerca y todo cambia de hacer primero a segundo. Es difícil ganar a gente como Cavendish y Farrar. A parte de que son los mejores, tienen los equipos más preparados para el sprint y eso se nota. Para ganar los sprints no vale con tener las mejores piernas, sino que te ayuden las circunstancias y que tengas muchas oportunidades. En la Vuelta tuve las mías al principio. Luego Igor se puso líder. Iba con la idea muy clara, sabía que Igor estaba bien y me tocó trabajar para él y en la última semana pagué el esfuerzo de ayudar al equipo. No me da pena para nada porque Igor es muy querido dentro del equipo y de la misma manera que me gusta que trabajen para mí tengo que trabajar yo para otro compañero.

¿El año próximo puede tener más opciones de ganar en una grande si el equipo vuelve al Giro?

Se está barajando eso, pero no he hablado con Igor González de Galdeano de la idea del equipo. Tengo ganas de hacer una buena preparación y de correr mucho combinándolo con descansos. Correr, descansar, correr, descansar... No me importaría hacer un primer pico de forma y descansar como este año. Se me da bien.

¿Querrá despedir el año con un triunfo en la París Bourges?

Vamos muchos con la idea de intentarlo y luego gana uno. En Vendée gané y me encontré muy bien, pero todo Radio Shack trabajó para Steegmans, Cervélo para Haussler y Apolonio... Son gente que ganan muchas carreras, el otro día pude ganarles e iremos con la misma intención, aunque siendo consciente de que ganar es dificilísimo porque están ellos, Casper y otros buenos sprinters.

¿Agradece que el equipo haya logrado más victorias que nunca?

Es buenísimo, tener 17 victorias da tranquilidad y me quita mucha presión, como estar en la Vuelta con Igor Antón, aunque luego debas ayudarle. Si no hay victorias, nos las piden a los que ganamos y eso te mete presión.