A estas alturas sería imposible hacer un listado exhaustivo de los vascos que ya han sido víctimas de la campaña político-mediática contra las fotos de presos: identificados, agredidos, amenazados... Ahora, en su primera sentencia fundada sobre el tema, la Audiencia Nacional -nada sospechosa de connivencia con la solidaridad con los represaliados- ha dicho que no hay delito en ello.

La «justicia preventiva» es un signo característico del Estado de excepción español en Euskal Herria. Por dar otro ejemplo de ayer mismo, los tribunales belgas deben estar algo confusos hoy al comprobar que tras las fuertes presiones para tener preso y entregar a Luis Mari Zengotitabengoa, éste queda libre -bajo fianza igualmente «preventiva», eso sí- en Madrid. Otro tanto se puede decir de Jesús Mari Besance, detenido «preventivamente» para quedar libre sin explicación oficial alguna tres días después.

Nadie resarcirá a ninguno de ellos por una justicia preventiva que no es Justicia, sino justicierismo. Con las fotos de los presos, el Gobierno de Lakua quiso hacer ley a partir de hechos consumados otra vez, pero sólo ha logrado aumentar su lista de agraviados injustamente.