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Alberto Lavín Aranguren | Sección Sindical ELA Osakidetza

A propósito de la atención telefónica en Osakidetza

 

Se cumple un año y medio de la reunión que supuso el pistoletazo de salida de las ideas del nuevo consejero de Sanidad, Rafael Bengoa, en relación a los pacientes crónicos y a la utilización de las TICs en la gestión de ese tipo de tratamientos.

La repercusión mediática de aquella jornada fue notable y sobre todo creó mucha expectación en el mundillo de la sanidad.

Lo que en esos días se denominaba Sanidad 2.0 ha ido evolucionando a lo que será Osarean, que se presentó en junio de 2010. Debido a esta «evolución» no es raro que se confunda Osakidetza con Osatek y ésta con Osarean.

Osarean pretende desarrollar nuevos modelos asistenciales sustentados en mecanismos no presenciales para ayudar, apoyar y facilitar el funcionamiento actual de Osakidetza. En principio, segun esa propuesta, servirá por ejemplo para realizar trámites como gestión de citas, conocer el estado de la solicitud de procesos asistenciales, promover estilos saludables de vida, acceder a nuestra historia clínica, realizar el seguimiento de enfermedades crónicas, recibir consejo sanitario por vía telefónica, formar a pacientes en el manejo de su enfermedad, difundir noticias importantes relacionadas con temas de salud, crear redes sociales de pacientes... todo ello según nos hizo saber el consejero en aquella presentación.

El proyecto piloto comenzó el pasado 9 de junio en tres centros de la comarca de Bilbo (Otxarkoaga, Gazteleku y Zurbaran) y se pretende que para noviembre de 2011 el servicio esté generalizado. De momento, a partir de este mes de octubre, se va a extender a gran parte de los centros de la comarca de Bilbo y para diciembre a toda la comarca.

De lo que empezó siendo un proyecto para conocer el estado de la solicitud de procesos asistenciales, promover estilos de vida saludables, acceder a nuestro historial, realizar el seguimiento de enfermedades crónicas, recibir consejo sanitario a través del teléfono, formar a pacientes... y todos los aspectos ya mencionados, se ha convertido en una «herramienta sanitaria» para la gestión, tanto vía telefónica como vía Internet, de la cita previa.

Pero lo más irónico es que toda esta estructura para la interacción de la sanidad vasca con las nuevas tecnologías se está haciendo a través de una empresa privada, Osatek, la cual cambió su razón social para poder efectuar la gestión de estas «nuevas necesidades de la sanidad», lo que conlleva a la privatización de este servicio público que hasta ahora se realizaba desde las áreas de atención al cliente (ACC) de los centros de salud.

Tampoco hay que olvidar el coste económico que toda esta infraestructura supone:14 millones de euros en un plazo de ejecución de 3 años. A esto habría que sumarle el gasto de «mantenimiento», ya que según el pliego de condiciones, Osakidetza pagará a Osatek, en calidad de proveedor, «en función de cada uno de los ciudadanos que empieza a ser atendido con la nueva plataforma».

En todo caso, en todo este proceso de adecuación los realmente afectados están siendo los propios trabajadores de Osakidetza y los usuarios. Los primeros por los múltiples errores que se están produciendo con el sistema de reconocimiento de voz, asignación errónea de citas, etcétera. Y los segundos, entre otras cosas, por la demora de la cita, ya que se guardan huecos en las agendas de los médicos para las citas telefónicas.

Todo este tipo de cuestiones son las que no explica Osakidetza, ni a sus trabajadores ni a los usuarios.

Todo ello supone un paso más hacia la privatización de la sanidad pública vasca, pero además con un coste económico desorbitado.

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