Carlos Gardel, el mayor cantante de tangos de todos los tiempos, la voz de la Argentina de los años 20 y uno de los iconos más ambiguos de la imaginería popular, ha viajado a la feria del libro en forma de cómic, en blanco y negro, con guión de Carlos Sampayo e ilustraciones de José Muñoz.

Se trata de «Carlos Gardel», una novela ilustrada que ha publicado la editorial argentina instalada en Barcelona Zorro Rojo, un libro que no es una biografía propiamente del cantante, cuya voz fue declarada por la Unesco patrimonio de la Humanidad, sino una historieta que trata más sobre el sentimiento identitario de Gardel y, por ende, de los argentinos.

Sólo una voz

El cómic arranca con el debate televisivo en torno al «argentino ideal» y ahí sale ya un viejecito que dice que el conoció a Gardel. Desde ese momento, comienza un festival de imágenes en blanco y negro, con un Gardel de película, con voz muy impostada, que cuando le preguntan: «Pero, Carlitos, y el amor?», él responde: «El único amor verdadero es la madre».

Casi doscientas páginas de un libro único que contiene, además, un texto en forma de prólogo de Julio Cortázar sobre Carlos Gardel, que se supone que nació en 1887 o en 1980, en Toulouse, o en Tacuarembó, en Uruguay, aunque existen también otras vías de investigación que le sitúan en otros lugares.

Gardel se mueve por el libro como un actor de cine, «como un fantasma que está dentro de nosotros blanco y negro. Como nuestra infancia, como un relato, porque nosotros los argentinos también estamos en el gran baile de la identidad, como en un carnaval», aseguraba el dibujante José Muñoz.

El cómic recoge a Gardel en Argentina, en Europa, en Nueva York; pero, sobre todo, cantando, porque Carlos Gardel, que grabó más de 700 canciones y actuó en ocho películas, era sólo una voz, una voz, como él mismo dice en el cómic.