En India, los casos de tuberculosis resistente a los fármacos frenan cualquier progreso
«Le dimos todos los medicamentos posibles y la tuberculosis todavía sigue ahí». En una clínica de Mumbai, este paciente sufre un tipo de tuberculosis resistente al tratamiento, como miles de enfermos en India, uno de los países más afectados por esta dolencia.
Phil HAZLEWOOD | AFP
El doctor Zarir F. Udwadia mira a la luz la última radiografía de los pulmones de Dhani, una mujer de 27 años. Los médicos le diagnosticaron tuberculosis en mayo del año pasado, pero la enfermedad ha tomado su variante más extrema y ella tendrá que someterse a una extirpación de su pulmón más afectado.
«Temo por mi salud, mi vida está en manos del médico. No tengo dinero para compara medicamentos», afirma esta madre de dos hijos, mientras se seca las lágrimas con su sari. Su marido la abandonó al enterarse de que había contraído la tuberculosis, una enfermedad contagiosa que afecta a un tercio de la población mundial.
Para el doctor Udwadia, neumólogo de la clínica privada Hinduja, el caso de Dhani es habitual. A consecuencia de la pobreza y de la ignorancia sobre esta dolencia, India tiene una de las tasas de enfermos de tuberculosis más altas del mundo, aunque su variante más clásica se puede tratar fácilmente con antibióticos.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), cinco mil indios contraen la enfermedad y mil mueren cada día por esta dolencia, lo que significa dos casos mortales cada tres minutos.
La OMS estima que cada año se producen unos diez millones de nuevos casos de tuberculosis, medio millón de personas contraen su variante más grave, resistente a los tratamientos convencionales, y 150.000 mueren. Sólo en China e India se dan la mitad de los casos de todo el mundo resistentes a los fármacos. En África se detectaron 69.000 casos, aunque «la gran mayoría no llegaron a diagnosticarse».
Esta agencia de Naciones Unidas alertó, con motivo de la celebración el pasado mes de marzo del Día Mundial contra la Tuberculosis, que cada vez son más las bacterias que presentan resistencia a medicamentos tradicionales, con unos niveles de farmacorresistencia «nunca vistos» en algunas zonas del planeta.
Señala la OMS que hay regiones en las que uno de cada cuatro casos (25%) de esta enfermedad presentan la forma multirresistente (MDR), que no reacciona ante los fármacos más utilizados (isoniazida y rifampicina). El récord lo encontró en una región del noroeste de Rusia, con un 28% de casos. Además, está la tuberculosis ultrarresistente (XDR), que presenta resistencia también a otros medicamentos de segunda línea.
¿Tratados o ignorados?
El Gobierno de Nueva Delhi asegura que su programa de diagnóstico y tratamiento gratuito aplicado en las poblaciones más desfavorecidas, que permite verificar que los pacientes toman las dosis correctas de los medicamentos adecuados en su momento, ha reducido el número de muertes.
Pero a juicio del doctor Udwadia, los 110.000 pacientes indios que desarrollan cada año la forma más resistente de la enfermedad siempre son ignorados.
Los medicamentos cuestan alrededor de 3.500 rupias al mes (56 euros) y el tratamiento suele durar al menos seis meses, por lo que la mayoría de los ciudadanos del país no pueden permitirse terminar el tratamiento y muchos ni siquiera comenzarlo.
El Ejecutivo teme que los casos de tuberculosis resistente a los fármacos amenacen los progresos realizados en la lucha contra esta enfermedad.
Según el Banco Mundial, esta enfermedad pulmonar infecciosa, que cuesta cada año 3.000 millones de dólares (2.150 millones de euros) a la economía, es un importante obstáculo para el desarrollo socioeconómico.
Un diagnóstico rápido es vital, según señala el doctor Udwadia, que no puede auscultar a Dhani cinco meses después de los primeros síntomas de la enfermedad, que puede cogerse inhalando alguna gotita de saliva impulsada por la tos o por un estornudo de una persona infectada.
Un tratamiento adecuado también es fundamental. Pero un reciente estudio realizado por este doctor y otros colegas suyos en el barrio de chabolas gigante de Dharavi, en Mumbai, constata que sólo tres de cada cien médicos prescriben las recetas correctas a las personas afectadas por la tuberculosis resistente a los medicamentos.