Resulta habitual que el Ministerio de Interior español galardone a jueces de los tribunales especiales distinguidos contra el independentismo vasco, así como a policías y guardias civiles. No obstante, esta vez tal actuación promete ser polémica, ya que juristas han pedido al Consejo General del Poder Judicial que investigue estas medallas, más aún cuando en el caso de la Cruz al Mérito Policial con Distintivo Roja conllevan un aumento salarial del 10%. Es decir, que el Ministerio de Interior sube el sueldo con ello a los jueces, en teoría independientes.

El diario ``El Mundo'' informó ayer de que sólo en este año el Ministerio de Interior ha entregado casi 5.000 medallas, correspondientes bien a la Policía española o bien a la Guardia Civil. Por ejemplo, en el acto celebrado el domingo en el cuartel de Valdemoro (Madrid) -donde Rubalcaba fue abucheado por los agentes con motivo de conflictos relacionados con su régimen interno y las condiciones laborales-, se condecoró a los jueces de la Audiencia Nacional Fernando Grande-Marlaska y Ángela Murillo.

El primero ha sido protagonista en numerosas actuaciones contra la izquierda abertzale en general, la última de ellas la realizada supuestamente contra Ekin hace tres semanas y que concluyó con gravísimas denuncias de torturas. En cuanto a Murillo, es conocida en Euskal Herria por su cuestionadísima labor como presidenta del tribunal que juzgó el «caso 18/98» o por sus enfrentamientos verbales con Arnaldo Otegi antes de condenarle por un acto por Joxe Mari Sagardui, Gatza. La sentencia levantó polvareda también por la tergiversación de la historia personal de Nelson Mandela.

Ámbito penitenciario

En este 2010 reciben la medalla policial también otros dos jueces que han asumido la función de Vigilancia Penitenciaria tras centralizarse en la Audiencia Nacional. Se trata del actual titular, José Luis Castro, y de su predecesor, Javier Gómez-Bermúdez, que ahora es el jefe de la Sala de lo Penal del tribunal especial. Bermúdez está juzgando el «caso Udalbiltza» y antes lo hizo con el de ``Egunkaria''.

El polémico galardón se justifica con razones como «observar una conducta que merezca especial recompensa en consideración a hechos distinguidos y extraordinarios en los que haya patente un riesgo personal».