La gestión del yacimiento romano de Iruña-Veleia tiene dos caminos paralelos. El primero, desarrollado in situ, que sitúa la vista en el futuro y se apoya en el Plan Director que determinará el devenir del lugar hasta 2020. El segundo tiene lugar en los tribunales y cuestiona tanto la gestión actual del yacimiento como sigue recordando el asunto de las piezas con grafitos «excepcionales» que aparecieron en el lugar.

El pasado 30 de setiembre el Juzgado de Instrucción número 1 de Gasteiz archivó la denuncia presentada por la asociación SOS Iruña-Veleia contra quienes ejecutan el Plan Director por un presunto delito de «daños en el yacimiento». Lógicamente, la decisión de la jueza Susana Junquera satisfizo a la Diputación de Araba. La diputada de Cultura, Lorena López de Lacalle, se congratuló de esta postura de la Justicia; una decisión que, junto a la que rechazó el pasado marzo la petición de suspender la ejecución del Plan Director, «reafirma más si cabe la idoneidad de la línea de trabajo puesta en marcha por la Diputación para dar un escenario de futuro al yacimiento».

En la misma lógica, los miembros de la asociación -creada por iniciativa de un grupo de ciudadanos preocupados por la actuación pasada y actual en el yacimiento- no se han mostrado de acuerdo con el archivo de la denuncia. Según Xabi Otsoa de Alda, miembro de SOS Iruña-Veleia, el archivo «da por bueno el informe técnico de la Diputación» realizado por Agustín Otsoa Eribeko Landa, director del departamento de Euskara, Cultura y Deportes. Así, valora que es una persona «que de alguna manera está implicada en el tema y no es especialista en él».

Excavadoras

El tema central de la denuncia y del archivo es el uso de las excavadoras. Dicho informe avala esto: «Las excavaciones arqueológicas se iniciaron en julio de 2010, para lo que se usó maquinara pesada, lo cual es habitual como herramienta de trabajo». SOS Iruña-Veleia replica que en el documento se señalan ejemplos donde se ha utilizado también el procedimiento, aunque «se les olvida decir que en esos ejemplos son actuaciones con más o menos urgencia por tratarse de obras públicas o tener carácter urbano».

La asociación añade que no censura el «uso de la excavadora, sino el modo». Como pruebas aportan los resultados de los sondeos que realizó Lurmen -anterior gestor del yacimiento- en los terrenos actualmente excavados, donde aparecieron alguna de las piezas con grafitos. «Estos estratos han sido barridos por la excavadora sin ningún control, según muestra también un vídeo grabado en el mismo yacimiento». El vídeo se puede consultar en la web www.sos-irunaveleia.org.

El trabajo de SOS Iruña-Veleia se ha centrado en impulsar el debate sobre la veracidad o la falsedad de los grafitos. Así, en su web se pueden conocer también los dieciséis informes «realizados por diferentes profesionales y expertos» que consideran posible la veracidad. Entre ellos, además de catedráticos y doctores también están los exdirectores de la excavación, Eliseo Gil e Idoia Filloy, que han encontrado en este foro el lugar desde donde replicar a la Comisión de Expertos.

Como novedad, esta asociación ha lanzado una propuesta. «Existe una propuesta de investigación de un instituto internacionalmente reconocido para analizar diez piezas cruciales por 12.000 euros -que SOS está dispuesto a financiar-», apunta Otsoa de Alda. Las piezas están bajo custodia foral.