El 5 de mayo de 2009, poco antes de que Patxi López ganara la votación de investidura, Juan José Ibarretxe fue muy claro en su despedida: «Voy a abrir una nueva etapa en mi vida. (...) Comencé a hacer política aquí, en esta casa, en este Parlamento, y dejo de hacer política aquí. Adiós».

Además, el entonces todavía lehendakari dejó un mensaje nítido para el PNV, al pedir a sus dirigentes y militantes que no olvidaran, «por favor», que «la sociedad vasca os ha dado el liderazgo político, independientemente de estar en la oposición o en el gobierno. Tenéis el liderazgo político en este país, en este Parlamento. Por favor, dirigid este país en las diputaciones, en los ayuntamientos y también en este Parlamento. De verdad».

Pese a la claridad del mensaje de despedida y al evidente paso a la retaguardia, de la que sólo ha salido para firmar tres artículos de opinión y ofrecer otras tantas conferencias, Juan José Ibarretxe permanece en la mente de muchos jeltzales no sólo como un referente político, sino también como una opción de liderazgo futuro.

Cada vez que el partido se adentra en una dirección que desconcierta a parte de su base social -como la reciente controversia suscitada por Iñigo Urkullu con las manifestaciones-, surgen voces que reclaman su regreso a la dirección jeltzale.

La respuesta es tajante

También es evidente que hay un sector del partido, que sintoniza con el mensaje del ex lehendakari, que lejos de cortar por lo sano con este tipo de especulaciones, deja que fluyan. Este mismo fin de semana le planteaban a Joseba Egibar en una entrevista si se podía descartar a Ibarretxe como futuro candidato a lehendakari. Es más que seguro que el presidente del GBB sabe la respuesta concreta y concisa a esa pregunta, pero prefirió decir: «Yo ni pongo ni quito. Después de las municipales, con un panorama de veinte meses para las elecciones vascas, se verá. Nos marcaremos el objetivo de volver a ganar, y espero un panorama político absolutamente diferente».

Sin embargo, según ha sabido este diario de fuentes que lo han escuchado de su propia boca y repetidamente, Ibarretxe ha cerrado esa posibilidad y también la de presentarse a la elección como presidente del EBB. Y lo ha hecho ante personas de mucho peso político y a las que el ex lehendakari admira y quiere, y que hubieran estado muy deseosas de que la respuesta hubiera sido distinta.

Como dice Egibar, todavía queda mucho tiempo y en política todo acaba siendo posible. Sin embargo, hoy por hoy la determinación de Ibarretxe es continuar con su actividad en el ámbito privado, tal y como ha venido haciendo desde que se despidió en el Parlamento y comenzó a impartir cursos en universidades centroamericanas.

Vuelta a la actualidad

Pese a la determinación del ex lehendakari, los rumores sobre su posible vuelta a la arena política comenzarán pronto a acentuarse, porque de nuevo adquirirá un gran protagonismo informativo.

Mañana participará en Bruselas en un seminario, organizado por el eurogrupo en el que está incluido el PNV, donde expondrá «las recetas» aplicadas en la CAV durante el tiempo en el que fue consejero de Hacienda y lehendakari para convertirla en «una de las regiones más emprendedoras y prósperas de Europa».

Para la primera quincena de noviembre está previsto el lanzamiento del libro «El futuro nos pertenece», presentado como «Memorias políticas del Lehendakari Ibarretxe» y escrito por el periodista Koldo Ordozgoiti, director de comunicación del Departamento de Cultura mientras Miren Azkarate fue consejera. El libro, además de las conversaciones con el autor, añade un epílogo escrito por el propio Ibarretxe con el título «El derecho a decidir, la llave de la solución».

En semanas posteriores, procederá a la lectura de su tesis doctoral «Principio ético, principio democrático y desarrollo humano sostenible: fundamentos para un modelo democrático», que ha estado dirigida por el catedrático Kiko Caballero y por Luis Mariano Negrón Portillo, decano de Derecho de la Universidad Interamericana de Puerto Rico.

Esta relevante previsión de actividad pública ya ha llevado a especular en algunas tribunas con «su posible vuelta a la política activa en el medio plazo», de lo que esta ofensiva en el terreno público sería la antesala. Sin embargo, Ibarretxe lo tiene, hoy por hoy, descartado.