El Gobierno del PSOE y el PNV siguen negociando los Presupuestos Generales del Estado para 2011, y cada parte juega con sus bazas de cara a los medios de comunicación. Mientras desde Madrid se empeñan en dar por hecho el apoyo de los jeltzales, después de que se cerrara el acuerdo sobre la transferencia de las políticas activas de empleo y otras adyacentes, los portavoces del PNV insisten en que no hay nada cerrado y que el Gobierno del PSOE tendrá que dar respuesta a ciertas exigencias tanto en materia de competencias autonómicas como en otras más políticas.

En este toma y daca ante la opinión pública, el presidente del BBB, Andoni Ortuzar, aseguró ayer que el PNV espera la respuesta del Ejecutivo español a sus propuestas antes de decidir si presentará o no una enmienda a la totalidad, para lo que hay de plazo hasta este viernes, día 15.

En una entrevista con la agencia Efe, explicó que «meter una enmienda a la totalidad es un acto sencillo, y quitarla también. Estamos a la espera de la respuesta de Zapatero y por eso la pelota está en su tejado».

Según manifestó, las reivindicaciones de su partido son dos: un «compromiso claro» para el cierre del Estatuto de Autonomía con el traspaso de las transferencias pendientes esta legislatura y la garantía de que los proyectos económicos para la CAV, como la alta velocidad ferroviaria, no van a sufrir retrasos.

Andoni Ortuzar también declaró que los dirigentes del PSE «están haciendo el ridículo en los últimos tiempos, porque se han quedado descolocados por la notoriedad de la relación entre el PNV y el PSOE». «Se han quedado sin hueco -añadió- y, en vez de buscarlo donde tienen responsabilidad, presentando iniciativas en el Gobierno vasco, se limitan a zumbarle al PNV, lo que, además de no ser muy presentable, es poco inteligente».

El presidente del EBB concluyó que, si el PSOE «depende» de los votos de su partido, «será mejor que el PNV se encuentre a gusto y no agredido por los socialistas vascos».