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«Colisión de buques» en el Mar de China entre Beijing y Washington

EEUU, potencia vencedora en la última Guerra del Pacífico hace más de 60 años, mira de reojo a la emergente China, que a su vez trata de consolidar su posición en el mar que le debe su nombre a expensas de los países vecinos. Ambas potencias celebraron ayer en Hanoi su primera reunión bilateral militar tras la crisis de enero, provocada por la venta de armamento estadounidense a Taiwán.

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EEUU y China celebraron ayer la primera reunión militar en casi un año. La cita, entre el ministro de Defensa chino, Liang Guanglie, y el jefe del Pentágono, Robert Gates, tuvo lugar en Hanoi al margen de una reunión de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN).

El Gobierno chino ha suspendido varias veces las relaciones militares con EEUU para denunciar la política de Washington, particularmente la venta de armamento a Taiwán, isla que históricamente ha formado parte de China. Ese fue precisamente el motivo de la última crisis bilateral, a finales de 2009, y que motivó la ruptura de relaciones.

El Ministerio chino de Defensa confirmó que «entre los obstáculos y problemas al desarrollo de relaciones militares» bilaterales, «el mayor son las ventas de armas a Taiwán», antigua isla de Formosa que reivindicó su independencia en 1949 al quedar en manos del Kuomintang pro-occidental y como respuesta a la proclamación de la República Popular China de Mao Zedong.

La Administración Obama decidió seguir los pasos de George W. Bush y seguir vendiendo arsenales a Taipei dos meses escasos después de que el nuevo inquilino de la Casa Blanca propusiera en su visita oficial a Beijing un nuevo marco de relaciones bilaterales.

Ecos de la Guerra Fría

Washington lanza mensajes de conciliación a China mientras insiste en mantener su posición estratégica en el Pacífico y apuntala su relación con sus aliados en la zona, algunos de ellos preocupados sin duda por la pujanza china.

Beijing criticó con dureza en verano los ejercicios militares de EEUU y su aliado surcoreano en el Mar Amarillo. Además, denuncia periódicamente la presencia de navíos estadounidenses en el Mar de China

EEUU, que mantiene 100.000 soldados estacionados en Japón y en Corea del Sur, insiste en mantenerse como un actor insoslayable a miles y miles de kilómetros de sus costas. En esta línea, y mientras preparaba la reunión con su homólogo chino, el jefe del Pentágono insistió en rechazar las reivindicaciones territoriales de China en la zona y en advertir de que EEUU seguirá presente en aguas que considera «internacionales».

Ello no impide al Pentágono denunciar que el Ejército chino estaría desarrollando la capacidad de su fuerza naval, dónde y en el Mar de China, aunque sea más allá de la isla de Guam, en manos de EEUU.

China insiste en que EEUU debería quedarse al margen de las disputas territoriales de China con países terceros. Es el caso de las islas Spratlys, que se disputan China, Brunei, Filipinas, Malasia, Vietnam y hasta Taiwán. O de las islas Paracel, motivo de disputa entre Beijing y Hanoi.

En un intento de justificar su intromisión en asuntos ajenos, el que fuera jefe del Pentágono en tiempos del unilateralismo de Bush apostó en un discurso ante cadetes del Ejército vietnamita, por resolver las querellas territoriales «a través de una cooperación multilateral». La clave es que no es una cuestión territorial que afecte a EEUU. De ahí su multilateralismo.

Pero Gates fue más allá y lanzó un mensaje a Beijing a asumir el diálogo militar con EEUU para evitar «errores», en referencia al diálogo entre EEUU y la URSS en la Guerra Fría.

Amenaza velada tras la que el propio Gates apeló a continuación a China «abandonar los esquemas de la Guerra Fría sobre EEUU y la seguridad en Asia, una forma de pensar que no refleja los grandes desafíos de los últimos decenios».

COREA DEL NORTE

El presidente chino, Hu Jintao, ha invitado a su homólogo norcoreano, Kim Jong-Il, y a «los nuevos camaradas dirigentes» a Beijing. Es la reacción oficial china al proceso de sucesión en Pyongyang.

VENEZUELA

El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, mostró su solidaridad con China ante la concesión del Nobel de la Paz al disidente Liu Xiaobo y criticó a la oposición local por no denunciar las violaciones de derechos humanos por parte de EEUU.

Cumbre entre Japón y China en torno a la crisis bilateral

El ministro de Defensa de China se reunió asimismo con su homólogo japonés, Toshimi Kitazawa, en Hanoi y en vísperas de la cumbre de la ASEAN sobre defensa.

Las relaciones sino-japonesas han atravesado estas semanas la peor crisis desde 2006 tras la captura por los guardacostas nipones de un barco pesquero chino en las islas del Mar de China en disputa.

Beijing protestó formalmente y llegó a romper las relaciones bilaterales de alto nivel hasta que Tokio no accedió a liberar al capitán del barco secuestrado.

La agencia japonesa Jiji aseguró que ambas partes se comprometieron a la puesta en marcha de un mecanismo bilateral para intentar evitar una crisis diplomática similar.

Ambos ministros no se salieron del lenguaje diplomático y hablaron de profundizar su alianza estratégica y de preservar sus lazos pese a sus diferendos territoriales.

No obstante, Japón sabe que puede contar, de momento, con el «amigo americano» y Kitazawa alertó la semana pasada a Washington de un aumento de las actividades navales chinas en la zona. GARA

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