La Ertzaintza retiró el pasado martes de un bar de Getaria y de varias calles carteles en los que se denunciaban situaciones represivas de las que se responsabilizaba al PSE y al lehendakari. En uno de ellos, por ejemplo, se podía ver la imagen de Patxi López junto a la frase «seguiremos ilegalizando partidos políticos y organismos sociales». El Departamento de Interior explicó ayer que su actuación se debió a que los considera injuriosos.

De hecho, los agentes que entraron en el bar Harralde indicaron al camarero que será encausado por «injurias al lehendakari», según informó el movimiento pro-amnistía. Además de los carteles que denunciaban torturas o la aplicación de la «cadena perpetua» a presos políticos vascos, la Ertzaintza se llevó una banderola pro-amnistía.

La portavoz de Aralar en el Parlamento de Gasteiz y edil en Getaria, Aintzane Ezenarro, pidió ayer la comparecencia urgente del consejero de Interior, Rodolfo Ares, para que dé cuenta de los «criterios legales» para este tipo de actuaciones. Dice que «ha vuelto a demostrar que su actuación contra la libertad de expresión no tiene límite alguno, a pesar de que los jueces le digan lo contrario».

«Como Fraga»

Entre tanto, sigue coleando la polémica por la sentencia de la Audiencia Nacional que absolvía a tres miembros de Txori Barrote del delito de «enaltecimiento» por la instalación en su txosna de fotos de presos políticos. El presidente del tribunal especial, Ángel Juanes, explicó ayer que, aunque «a muchos le pueda producir alarma», la Sala se ha movido por criterios jurídicos, aunque quiso circunscribir el fallo a este caso concreto.

La izquierda abertzale, por su parte, señala en una nota que la actitud del consejero «nos viene a confirmar el estado de excepción no declarado que padecemos en Euskal Herria». Añade que «Ares imita con sus palabras y actos a Manuel Fraga, y hace suya la famosa frase de `la calle es mía'».