Ariztondo no ceja y plantea proteger sólo parte de las colonias de la BBK
La Diputación vizcaina insiste en la compatibilidad de la conservación de las colonias de Sukarrieta con un nuevo Guggenheim. En las alegaciones presentadas a la denominación de la zona por parte del Gobierno de Lakua de Conjunto Monumental, propone que la calificación sea de «espacio cultural», permitiendo estudiar la protección «edificio por edificio» y proteger «lo que se deba proteger». También insta a Lakua a que considere el informe de Montaner.Ane ARRUTI | BILBO
La diputada de Cultura de Bizkaia, Josune Ariztondo, compareció ayer ante las Juntas Generales, a petición de EB y PP, para dar a conocer las alegaciones -ocho en total- que la Diputación ha presentado al expediente incoado de declaración de Conjunto Monumental de las colonias de Sukarrieta por parte del Gobierno de Lakua.
«La propuesta de Conjunto Monumental incluye la totalidad del terreno y nuestro equipo técnico lo encuentra innecesario para la protección del objeto cultural», explicó Ariztondo. «Solicitamos excluir del espacio a proteger la trasera del inmueble (Busturia) y la parte de terreno al sur de los jardines (Sukarrieta)», añadió. «Vemos especialmente apropiada la consideración de la finca como Espacio Cultural», que permite «estudiar edificio por edificio y lo que debe protegerse se protege», lo que no supone «ninguna minusvaloración» del edificio de Ricardo Bastida.
En todo momento Ariztondo insistió que la Diputación siempre ha defendido la protección del edificio de las colonias, aunque en las alegaciones se detalla que «constituyen una obra menor en comparación a otros proyectos del propio Bastida, tanto asistenciales (Sanatorio de Santa Marina, Casa del Niño en Bermeo, Sanatorio Marítimo Helios), como de estilo neovasco (chalets Ondategi en Getxo)».
En ese sentido, recordó el informe redactado por el arquitecto catalán Josep María Montaner -encargado por la Diputación-, en el que se decía entre otras conclusiones que «el edificio principal desvirtúa la obra original, no respeta la obra del autor y es un collage utilitario de escaso valor arquitectónico». Ariztondo detalló que «lo hemos incorporado en nuestras alegaciones con la petición de que sea tomado en consideración como un documento de reflexión y sea incluido en el expediente».
Según las alegaciones de la Diputación, los tres informes que incluye el expediente del Gobierno de Lakua -el de la empresa Ondartez y los de los arquitectos Iñaki Uriarte y Fernando Basañez- «describen minuciosamente los edificios de las colonias, pero ninguno establece cuáles son los valores culturales por los que han de proteger».
Falta de comunicación
El nulo entendimiento interinstitucional entre Lakua y el ente vizcaino ha acarreado que desde junio de 2008 sigan sin ponerse de acuerdo ni en la marca, ni en la ubicación, ni en el proyecto de ampliación de la pinacoteca bilbaina. En las alegaciones de la Diputación queda patente esa falta de comunicación. Según señaló Ariztondo, la Ley de Patrimonio Cultural establece que «las administraciones públicas de la CAV trabajarán en plena comunicación, cooperación y asistencia mutua» para la defensa del Patrimonio. «Hemos solicitado al Gobierno Vasco que reinicie el expediente desde la comunicación y la cooperación interinstitucional, tal como mandata la Ley de Patrimonio».
Ariztondo criticó que la «prioridad política» de Lakua, «más allá de la preocupación por la protección del Patrimonio Cultural, es el desgaste político de la Diputación Foral de Bizkaia tomando como excusa el proyecto Guggenheim Urdaibai».
Terminada la presentación de las alegaciones, Ariztondo emplazó a Lakua a retomar «con otro talante» el expediente administrativo, «en colaboración con las instituciones concernidas, la oportunidad de que la Reserva de Urdaibai y más en concreto las Colonias BBK, alberguen el primer Espacio Cultural de Euskadi».
La Diputación pide «una protección para las colonias de Sukarrieta, pero lo que decimos es que no constituye todo lo que hay allí una unidad cultural porque, evidentemente, el polideportivo y los establos no conforman una unidad monumental», detalló Ariztondo.
La tormenta ataca todos los frentes. En una entrevista radiofónica concedida a Onda Vasca la víspera de su comparecencia en Juntas, Ariztondo ya había invitado a Lakua a que si cree que «el Guggenheim no es un proyecto estratégico, que deje hacer a los demás». El motivo del enfado: la conferencia ofrecida en setiembre en Brasilia por el viceconsejero de Cultura, Antonio Rivera, en la que no dejó títere con cabeza; unas palabras que, según la diputada, fueron «ofensivas para las instituciones». «Si realmente no tiene interés, que nos dejen hacer a los demás porque lo importante es lo que se hace y no tanto quien lo hace. Y lo mismo en relación con la ampliación en Urdaibai». Lo que venía a decir Rivera era que «hay un consenso social y político en torno al Guggenheim siempre que todo el mundo esté callado». Ariztondo añadió que la política que sigue Lakua es «desgastar y desgastar hasta que la gente se aburra». Ayer se supo que la Diputación destinará este año algo más de 4 millones de euros a las actividades y exposiciones del Museo Guggenheim Bilbao, que según señalaron, se autofinancia en un 65 por ciento.
GARA