El desfile anual de la cabra de la Legión por el Paseo de la Castellana de Madrid tenía este año un carácter especial y un tanto esquizofrénico. Se trataba de glorificar eso que llaman «La Hispanidad» y, al mismo tiempo, celebrar la emancipación de las colonias. O sea, celebrar que hace dos siglos los americanos mandaron a hacer gárgaras al Rey de España.

Y, para más inri, el abanderado de Hugo Chávez se puso malo y la bandera bolivariana no desfiló junto a la cabra hispana. Cosas de la salud.

Ayer, en «Abc», Ramón Pérez Maura, de ilustre apellido, se subía por las paredes por el desaire venezolano y la abulia española.

Recordaba Pérez Maura que «existen en el lenguaje diplomático múltiples maneras de manifestar el descontento de un país. Y, lo que es peor, hay muchas más de hacer el ridículo». No le falta razón.

Lo que no tiene desperdicio es cómo describe el espíritu del desfile caprino: «En el desfile de la Fiesta Nacional de ayer se conmemoraba también la independencia de las naciones que en 1810 quisieron romper con la Corona española y seguir su propio rumbo. Bajo la presidencia del Rey, España entera quería rendir tributo a unas independencias que costaron la vida de muchos españoles que lucharon en América en defensa de nuestros intereses». O sea que se homenajeaba a la vez a independentistas y fuerzas coloniales. Pero sólo recordando a las fuerzas coloniales, porque de las vidas que costaron a los nativos no dice ni pío.

Y así llega el columnista a la ausencia del abanderado venezolano: «Chávez tiene muchos defectos, pero nadie debe dudar de que políticamente es un zorro. Mientras el actual Gobierno español se cubre de indignidad no ayudando a que la Justicia ejerza sus funciones en la persecución de quienes entrenan a asesinos de españoles al otro lado del Atlántico, Chávez desaira al Rey de España y a todos los españoles retirando la bandera de Venezuela del desfile por estar el abanderado indispuesto. Tampoco el embajador de Venezuela acudió, seguro que por estar pendiente de la salud de su abanderado». Tal vez sea porque los venezolanos prefieren a quienes les seguirán en el camino de la independencia.