Iñaki IRIONDO  

El PNV ha mantenido que su documento de negociación se basaba en las proposiciones de resolución que en julio presentó en el Congreso para el Debate del Estado de la Nación española y que le fueron rechazadas por el PSOE.

En esta nueva negociación, el PNV ha obtenido un tanto importante en el apartado competencial, con la inclusión de un listado de 20 transferencias para los próximos meses. Además, también va a lograr que el PSOE admita que Araba, Bizkaia y Gipuzkoa se llamen como han establecido sus respectivas Juntas Generales, algo a lo que en julio se opuso el PSOE. Pero, sin embargo, por mucho que Iñigo Urkullu asegure que el acuerdo sirve «para dar con el modelo de cierre del Estatuto de Autonomía de Gernika y abrir un nuevo tiempo para la adecuación de la vocación de autogobierno», lo previsible es que ese futuro resulta todavía muy incierto.

Lo es, por un lado, porque el PNV pagará su parte del pacto a muy corto plazo -en las votaciones de los presupuestos que se producirán en las próximas semanas en el Congreso y el Senado- mientras que el Gobierno espa- ñol tiene mayor margen de maniobra. Y, claro, no cabe olvidar que Josu Erkoreka ya se quejó en el debate de julio de lo mal pagador que estaba resultando José Luis Rodríguez Zapatero. De hecho, un acuerdo tan sonado como el de la transferencia de políticas activas de empleo era el precio del acuerdo presupuestario del pasado año. El PNV ha pretendido obtener garantías al dejar sellado el pacto por escrito. También las obtuvo por escrito cuando negoció en la ley de la TDT que el director de EiTB sería designado por su partido... y miren dónde ha quedado aquello. Y eso que hasta el PSE echó su firma en el desarrollo del acuerdo.

Pero en relación a ese «nuevo tiempo para la adecuación de la vocación de autogobierno» del que habla Urkullu, lo que cabe observar es que el acuerdo no dice nada de la propuesta de resolución número 15 que el PNV presentó en el Congreso, «relativa al marco jurídico-político que precisa Euskal Herria», en la que se defendía la identidad nacional de «Euskadi-Euskal Herria» y su derecho a decidir en términos muy similares, y en algunos aspectos idénticos, a los hablados en las conversaciones de Loiola.

En el último Pleno de Política General del Parlamento de Gasteiz, el portavoz jeltzale, Joseba Egibar, trató de rescatar esa propuesta de resolución número 15 y la volvió a esgrimir ante el PSE como demostración de que el PNV tiene la mirada puesta más allá del Estatuto. De momento, por lo que sabemos del pacto, se ha vuelto a quedar en el más acá.