El comité de empresa de Saunier Duval acusó ayer a la dirección de atemorizar a la plantilla y usar «el chantaje y la coacción» para lograr las adhesiones individuales al expediente de regulación de empleo que prevé el despido de 66 trabajadores. La empresa anunció ayer que 40 de los empleados afectados han aceptado la oferta que realizó de forma individual y para cuya adhesión dio un plazo de dos días.
Los trabajadores de Servatas, que pertenece a BBK, Kutxa y Vital, se concentraron ante la sede de la caja que preside Mario Fernández para evitar que la vendan y deslocalicen, ya que negocian con un fondo de capital riesgo estadounidense. De Servatas dependen 150 empleados.
El presidente de Caja Vital, Carlos Zapatero, volvió a mirar hacia BBK y Kutxa a las que, en la asamblea general, llamó a crecer de forma conjunta creando un potente sector financiero vasco. LAB criticó la orientación de negocio capitalista y reivindicó la función social de la caja.