Caja Vital pide a BBK y Kutxa crear un «potente sector financiero vasco»
El presidente de Caja Vital, Carlos Zapatero, volvió a mirar hacia BBK y Kutxa a las que, en la asamblea general, llamó a crecer de forma conjunta creando un potente sector financiero vasco. LAB criticó la orientación de negocio capitalista y reivindicó la función social de la caja.Pablo RUIZ DE ARETXABALETA |
Carlos Zapatero se estrenó ayer como presidente ante la asamblea general de Caja Vital con otro llamamiento a BBK y Kutxa para crecer de forma conjunta. Zapatero afirmó que ante el nuevo panorama financiero, Caja Vital debe «explorar aquellas oportunidades que le permitan aumentar su tamaño y su músculo financiero» y para ello, afirmó que «mi primera mirada estará dirigida hacia la BBK y la Kutxa, las dos cajas hermanas»
Pese a que desde estas entidades, y sobre todo desde BBK, se ha iniciado ya un proceso de crecimiento al margen de la fusión de las cajas vascas, el presidente de la Vital insistió en proponerles dibujar «un futuro en el que se vislumbre un potente sector financiero vasco, que, como ya está ocurriendo, no se pare aquí, sino que tenga vocación de seguir creciendo».
Por otra parte, Zapatero expuso a los consejeros que este año «está cargado de complicaciones que nos van a exigir intensificar el criterio empresarial». Por ello, mantuvo los objetivos de contención del gasto y aumentar «nuestra cartera de clientes, buscando las debilidades de la competencia».
Castigo a la economía familiar
Además, destacó la solvencia de la entidad y su capacidad para hacer frente a eventuales crisis, debido a la estrategia de «no dejarse arrastrar por la especulación y el beneficio rápido». Sin embargo, los consejeros de LAB reprocharon a los responsables de la caja «la orientación privatizadora y de negocio bancario capitalista puro que quiere imponer el equpo de gobierno» pactado entre PNV y PSE.
Frente a esa política, reivindicaron la función social «que debe presidir la actuación de Caja Vital, más en estos momentos de crisis económica que afecta a los trabajadores, que son la mayoría de los impositores».
En este sentido, recordaron que no se han tenido en cuenta propuestas como la de crear un fondo para hacer frente a situaciones de dificultad de clientes como retrasos en los pagos de sus salarios por parte de las empresas, suspensión de sus contratos o despidos y desempleo.
Como ejemplo del «castigo a las economías familiares», destacaron la aplicación de comisiones por mantenimiento de cuentas o la comisión de 18% por demora en el pago del crédito hipotecario.
LAB también criticó que se abra la entidad «a los intereses privados en detrimento de la representación de impositores o de las administraciones públicas».
LAB reclamó un estudio sobre las comisiones con el fin de no aplicarlas entre las y los clientes afectados por situaciones traumáticas consecuencia de la crisis, como paro, despidos o impago de préstamos.