El jueves apareció Mercedes Milá con un programa de calentamiento de la edición de Gran Hermano que comienza el domingo y que alcanza la número doce. Fue un programa revisionista, con presencia de un buen número de los participantes que o bien ganaron o bien alcanzaron mucha fama pese a ser los perdedores. Mirado desde una esquina parecía un escaparate de una campaña de advertencia sobre el mal que puede causar la televisión si no se utiliza con control profiláctico. Desde los primeros concursantes a los últimos se notaba una involución manifiesta. Cada año llegan con más resabios y menos recursos humanos. Más preparados para el espectáculo televisivo, más dispuestos para venderse, para hacer lo que sea preciso con el único fin de lograr una silla en un programa televisivo. Así se manifestó en varias ocasiones.

De todo el anecdotario que se mostró, de todas las intervenciones de este largo prolegómeno, sacamos un detalle que entra en otro capítulo. Uno de los ganadores llevaba una camiseta con una leyenda muy clara y grande «Yo también soy Sergio Ramos». Se refería, claro está, al defensa que juega en el Real Madrid y en la Roja que ha tenido un protagonismo muy especial en los últimos días y no precisamente por sus actividades balompédicas. Caracterizado formalmente como una buena pista del eslabón perdido, con sus melenas sujetas por cintas con la rojigualda, que cuando suena el himno mira al cielo extasiado, se despachó en apenas tres días con dos muestras claras de su ideología.

La primera en una rueda de prensa junto a Gerard Piqué, cuando desde una televisión catalana le hicieron una pregunta en catalán, la respondió y al terminar preguntó «¿La contesto en castellano?» El otro, Ramos, dijo con cara de mala leche: «O en andalú, p'a ve si lo entiende». Se armó revuelo, pero dijo que era una broma. No lo era, su cara le delataba. Pero es que al poco, cuando dos motoristas ganaron sendos campeonatos del mundo, escribió con mayúsculas en su muro: «Arriba España». Es decir el grito franquista. La caverna lo defiende, y lo pasea como ejemplo de españolidad. Así estamos. Y el de GH, dice que es como este sujeto. Palabras cruzadas.