La activista saharaui regresó ayer a la escena pública en un juicio contra siete saharauis, once meses después de la huelga de hambre que protagonizó en Lanzarote. Haidar, ataviada con una melfa y en aparente buen estado de salud, llegó el jueves a Casablanca, donde permaneció en un domicilio particular y ayer se reunió con un nutrido de dirigente saharauis y observadores internacionales a las puertas del Tribunal de Primera Instancia de Ain Sbaa para asistir al juicio contra siete activistas detenidos tras viajar a los campos de Tinduf.