Cerrar un acuerdo que encierra mucho más
Lo que era un secreto a voces se escenificó ayer con la tensión (forzando plazos) y la teatralidad (con exigencia de acuerdo escrito) que todo ejercicio negociador requiere: el Gobierno español y el PNV han llegado a un acuerdo sobre presupuestos, lo cual más que una noticia es la norma. Zapatero tiene lo que buscaba: tiempo y maniobrabilidad. Tiempo suficiente para agotar la legislatura. Y, una vez aprobadas las cuentas y despejado el horizonte del adelanto electoral, margen de maniobra para continuar su política. El PNV, por su parte, saca rentabilidad a sus seis votos haciendo de las dificultades ajenas virtudes propias. Su imagen de partido decisivo y determinante se fortalece, separa las elecciones municipales de las generales, y ahuyenta a corto plazo el espectro de un PP con mayoría absoluta.
Los acuerdos cuando se cierran contienen muchas más cuestiones que las explicitadas negro sobre blanco. El papel lo sostiene todo, pero el viento se lo lleva con facilidad. El pacto tiene su importancia, pero conviene analizar el contexto político para comprenderlo. Los contextos, el vasco y el español. Sin duda, además de la solemnidad con que los gabinetes de prensa están vendiendo lo «histórico» de las competencias que -«esta vez sí»- alcanzarán el potencial del Estatuto de 1979, el nuevo momento político que se vive en Euskal Herria ha estado presente y ha sido motivo de transacción. No parece aventurado pensar que el PNV ha «animado» a Zapatero a mover ficha y a tomar riesgos. Y Zapatero seguro que ha respondido que, si se dan condiciones, «lo hará».
Es conocido el juego negociador del PNV con Madrid. Pero no debería olvidar que todo ejercicio negociador también se hace, y con prioridad, con la propia base social y con la sociedad vasca. Ése es su reto pendiente. El acuerdo que espera el país es aquel que viabilice un nuevo punto de partida y un consenso fundacional enfocado al futuro, no hacia el pasado. Un acuerdo integral sobre derechos básicos para una nueva fase política, y no uno parcial sobre competencias para una legislatura más.