Hace un par de días desayunábamos con la ruptura de una regla tradicionalmente no escrita en el Athletic, que es la de no desvelar las ganancias de los futbolistas del club. Fltración mediante, se sacaban a relucir los sueldos de los cinco futbolistas mejor pagados del primer equipo. Información pedida en numerosas ocasiones por diferentes socios en la Asamblea y que las sucesivas juntas han preferido no especificar individualmente, presentando una partida completa en lo referido al «gasto en personal deportivo».

No se ha hecho en un momento cualquiera. En primer lugar, se pretende poner a los pies de los caballos y presionar a Iraizoz para que renueve, cuando la cantidad que separa a ambas partes no parece insalvable. Se aseguraba que pretende ser el sexto jugador mejor pagado de la plantilla. Los datos, además, salen a relucir poco antes de la Asamblea del próximo jueves. Algunas de las cifras se hacen públicas ahora y no cuando dichos jugadores llegaron al Athletic, como es el caso de Ocio y su alta ficha. Hoy, cuando el jugador está de capa caída se dan a conocer los números. Cuando fichó a un precio fuera de mercado se ocultó.

Iraizoz llegó al Athletic en agosto de 2007 a cambio de cuatro millones y la cesión de Lafuente al Espanyol. Fuentes blanquiazules de total solvencia indicaron entonces a GARA que el acuerdo se tasaba en 4.600.000, el traspaso más la ficha de Lafuente. Y se añadía que Iraizoz se iba a mover en unos paramétros similares a los que ingresaba Iñaki en Bilbo.

Tres años después, el meta navarro juega todos los minutos y es uno de los porteros más cotizados de la Liga. El Athletic, salvo en el internacional Ruffier -cuyo fichaje no bajaría nunca de los cuatro millones- no tiene otras alternativas a la vista. Iraizoz es un meta puntero y un elemento clave en el equipo actual y a corto plazo. Es lógico que un futbolista indiscutible esté entre los 10 mejor pagados de la plantilla. Lo ilógico es hacer públicas esas cifras para presionar a un jugador ante la opinión pública -no es la primera vez que ocurre con esta Junta- y salvar la mala gestión que supone no atar al portero titular hasta pocos meses antes de la finalización de su contrato.