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Las raíces irlandesas en los barrios marginales de Boston

«The Town. Ciudad de ladrones»

Las excelentes críticas cosechadas en el circuito festivalero internacional catapultaron al segundo largometraje como director de Ben Affleck al número uno de la taquilla en EEUU y, aunque falta mucho para la entrega de los Óscar, «The Town» cuenta en las quinielas previas en varios apartados. El cineasta bostoniano se consagra como cronista de su ciudad.

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Mikel INSAUSTI | DONOSTIA

Por circunstancias de la vida, Ben Affleck fue a nacer en la dorada California, pero se crió en Massachusetts, en la ciudad de Cambridge. Todas sus amistades dentro y fuera del cine están ligadas por tanto a Boston, lugar en el que de momento también transcurre su obra como realizador. En «The Town», más incluso que en su anterior «Gone Baby Gone», Affleck habla de las familias bostonianas de origen irlandés, arraigadas en el barrio de Charlestown, donde transcurre la novela de Chuck Hogan, «Prince of Thieves», en que se basa la película.

Es una ficción trabajada sobre ambientes y personajes reales, porque las estadísticas confirman que Boston, y en concreto Charlestown, es el hábitat de EEUU que más ladrones alberga en su seno.

Sucede así debido a una tradición familiar que se transmite de padres a hijos, hasta constituir verdaderos linajes de atracadores, sobre todo los especializados en bancos y furgones blindados. En el pasado inmediato, Hollywood prestó más atención a las mafias italoamericanas de Nueva York, pero ahora le toca el turno a Boston por obra y gracia de escritores como Dennis Lehane, al que el propio Ben Afleck adaptó en su anterior «Gone Baby Gone».

Por el amor de una mujer

Se puede hablar de una convivencia entre delincuentes y autoridades policiales en base a una misma procedencia cultural. Todo forma parte de un código no escrito por el cual se rige la ley de la calle, y esas reglas se vuelven más estrictas para los que se encuentran al otro lado de la ley. Las bandas de atracadores están integradas por jóvenes que se han criado jugando juntos, y entre los que se establece una fidelidad muy útil para la supervivencia, siempre y cuando ésta no se vea traicionada.

El personaje que se reserva Ben Affleck hace las veces de jefe de la banda, si bien a todos los miembros les une el tipo de compañerismo mencionado, cuyos estrechos vínculos personales se remontan a la primera infancia. No obstante, sobre su cabeza recae la mayor responsabilidad, así que todos confían en él y esperan que dé ejemplo al resto. Cuando se enamora de una potencial testigo del robo a un banco, ya que la chica trabajaba en la entidad, sus colegas empiezan a pensar que con tan peligrosa actitud puede poner en peligro la seguridad y unidad del grupo.

En su defensa, el líder sostiene que la chica no pudo reconocerles porque ellos cometen todos sus atracos cubiertos bajo espectaculares disfraces. Pero no se trata de eso, para los suyos es una forma de tentar la suerte, de entrar en un terreno que debería estar vedado. Además, son de los que consideran que un jefe no puede cometer tales debilidades y dejarse llevar por sus sentimientos. Es una situación bien conocida, y de la que emana la tensión emocional que estalla en las escenas de acción.

El papel de la comprometedora testigo convertida en tercera en discordia lo asume Rebecca Hall, elegida por Woody Allen para completar el trío femenino de «Vicky Cristina Barcelona». Quien no entiende lo que ha visto en ella el personaje de Ben Affleck es su mano derecha dentro de la banda, su hermano del alma. La vieja lealtad que les une se resquebrajará y dará paso al odio, al enfrentamiento interno más violento.

Ben Affleck sabía muy bien que en este duelo fraternal irlandés estaba la fuerza interior de «The Town», por lo que eligió como duro antagonista al actor Jeremy Renner, consagrado por su caracterización suicida en la oscarizada cinta de Kathryn Bigelow «En tierra hostil».

La discusión en los foros de internet viene a consecuencia de las comparaciones con el thriller clásico de Michael Mann «Heat», donde el duelo central lo dirimían Al Pacino y Robert De Niro. Teniendo en cuenta que las características de unos y otros distan mucho entre sí, y que la nueva pareja no peca de tanto divismo, lo equitativo es reconocer que sus caracterizaciones en «The Town» son más simbólicas, no tan personalistas.

Ben Affleck representa la necesidad de escapar, de huir de un ambiente cerrado por el que se siente condicionado desde que tiene uso de razón, allá donde su memoria alcanza. Lo que le mueve es una fuerte y vital pulsión por evadirse, más aún en cuanto siente que ha encontrado a la mujer con la que quiere comenzar una nueva existencia en otra parte. No deja de ser un desertor de la violencia, un arrepentido que desea vivir en paz y con normalidad.

Enfrente está el opuesto Jeremy Rener, quien sólo entiende el lenguaje del compromiso, del respeto a unos principios establecidos. Es un convencido de la perpetuación, un oficio violento heredado de sus mayores, por lo que no admite renuncias. Cree que hay que vivir y morir luchando, siendo fieles al estilo de vida que siempre han conocido y practicado.

De todos modos falta perspectiva para establecer supuestas equiparaciones entre «Heat» y «The Town», porque únicamente el paso del tiempo pondrá a cada título en el lugar que le corresponde. La todavía corta trayectoria de Ben Affleck en la dirección apunta hacia lo más alto, y a nada que continúe en la línea de exigencia que se ha impuesto a sí mismo llegará a ser reconocido como un maestro, ya que maneras para el cine de acción más personal e introspectivo no le faltan. Tiene a su favor que conoce a fondo la sicología del actor y del personaje que interpreta.

Estreno

Dirección: Ben Affleck.

Guión: Ben Affleck y Peter Craig, sobre una novela de Chuck Hogan.

Intérpretes: Ben Affleck, Rebecca Hall, Jeremy Renner, Jon Hamm, Chris Cooper,

Pete Postlethwaite, Blake Lively.

País: EEUU, 2010.

Duración: 125 minutos.

...EN EL OTRO

Enfrente está el opuesto Jeremy Rener, su hermano, quien solamente entiende el lenguaje del compromiso y del respeto a unos principios establecidos.

EN UN LADO...

Ben Affleck representa la necesidad de escapar, de huir de un ambiente cerrado por el que se siente condicionado desde que tiene uso de razón, allá donde su memoria alcanza.

Una irregular carrera delante de las cámaras

La madurez interpretativa de Ben Affleck llegará gracias a su eficaz desdoblamiento a ambos lados de la cámara. Cuando se pone como actor a la orden de otros directores la cosa cambia, porque en la mayoría de los casos se trata de mantener una cotización estelar dentro de la industria de Hollywood. El chico de Boston está acostumbrado a ello, porque lleva actuando desde la niñez en productos de todo tipo. Es al cumplir los veinte años cuando empieza a hacerse un sitio en el cine independiente, gracias al espaldarazo dado por Richard Linklater en 1993 con «Dazed and Confused». Es una etapa en la que su nombre aparece directamente asociado con el de su amigo y realizador Kevin Smith, siendo un fijo en los repartos de sus películas a partir de «Mallrats». Pero el éxito de «El indomable Will Hunting» lo cambia todo, pasando a protagonizar las superproducciones del megalómano Michael Bay «Armageddon» y «Pearl Harbor». En el rodaje de esta segunda película conoce a la actriz Jennifer Garner, a la que se une sentimental y profesionalmente. Juntos aparecen al frente de «Daredevil», una cinta de superhéroes que supondrá el mayor fracaso de su trayectoria conjunta. M.I.

Una prometedora carrera detrás de las cámaras

Ben Affleck acabará convirtiéndose en un importante cineasta como Clint Eastwood, una vez explotada su imagen de joven galán en películas comerciales. A los 25 años ya dió muestras de sus posibilidades, al ganar el Óscar de Mejor Guión Original junto a su amigo, el también actor Matt Damon, por el guión de «El indomable Will Hunting», película que dirigió Gus Van Sant. Su paso a la realización de largometrajes tendría lugar justo una década después, en 2007. Con su brillante ópera prima, «Adiós, pequeña adiós», se ganó el favor de la crítica, amén de no pocos premios a la dirección novel, así como a la interpretación de la actriz Amy Ryan, la cual encabezaba un muy completo reparto en el que también figuraban su hermano Casey Affleck, Michelle Monaghan, Ed Harris y Morgan Freeman. Es una crónica negra bostoniana, basada en una novela de Dennis Lehane, el autor inspirador de «Mystic River» y «Sutter Island». Un material ideal para un cronista de los bajos fondos de Boston, que en este caso relataba el secuestro de la niña de una toxicómana. M.I.

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