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Irulegi La montaña vigía de la antigua Pompaelo

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Según cuentan las crónicas en la pequeña cumbre de Irulegi había un castillo. Situado a medio camino de la media luna que forma la sierra de Aranguren, además de ser de las alturas más altas, este castillo que está siendo rehabilitado se encuentra en un lugar estratégico. Durante siglos sirvió para la vigilancia de las vías medievales que conducían a la antigua Pompaelo, entre el valle del Ebro y la montaña del viejo Reino vasco pirenaico.

Desde la cúspide de Irulegi se puede ver buena parte del relieve montañoso de Navarra, en especial Iruñerria o la Cuenca de Pamplona y el corredor de Agoitz-Irunberri. En origen del castillo fue un simple torreón de vigilancia al que se fueron añadiendo varias reformas con fosos, torres en sus cuatro esquinas, una cerca para albergar un buen número de viviendas y refugios para los habitantes de los valles vecinos. Su máximo esplendor tuvo lugar entre los siglos II y I A. de C. según los hallazgos encontrados en las inmediaciones.

Fue escenario de una o varias batallas entre los generales Pompeyo y Sertorius. Su primera destrucción benefició a la naciente población de Pompaelo. Tras siglos de abandono en la Edad Media recuperó su papel estratégico en el Reino de Pamplona. Según registran las crónicas musulmanas, en 924 la fortaleza tenía un especial papel estratégico para sus objetivos de alcanzar la costa. Fue demolido tras las guerras civiles de Navarra en 1378, 1429 y 1460.

La excursión de carácter «mañanero» es muy apropiada para esta época, cuando el bosque mixto se viste de un escenario mágico de colores, con una gama de rojos, verdes y amarillos. Anchos caminos nos llevarán a la cumbre en un paseo circular por ambos lados de la montaña, lo que nos permitirá ampliar la vista sobre el recogido valle de Aranguren y la amplia urbe que entorna Iruñea.

El itinerario arranca del pequeño pueblo de Lakidain, asentado en las faldas del monte Irulegi. Del pequeño aparcamiento los primeros pasos los haremos hasta la iglesia, donde un poste de dirección señala la ruta a seguir por un camino herboso que nos llevará por los flancos meridionales de la montaña hasta entrar en contacto con los pinares silvestres. Sin dejar este viejo camino que lleva al Poche de Idoate, dejaremos al paso el «Roble de las Adas», un enorme tronco hueco de un roble, reliquia del bosque primigenio que colonizó las montañas de la sierra de Aranguren.

Una vez en el citado Poche, donde llega una pista de cemento proveniente de Ilundain, veremos un panel informativo del sendero GR 220 (Vuelta de la Cuenca de Pamplona). El itinerario continúa por una senda situada a la izquierda (O), por el linde del pinar hasta alcanzar una espectacular escalinata, con algún tramo de baranda para superar la fuerte pendiente que da paso a la parte superior de la montaña. Superado este paso, seguiremos guiados por las señales del GR por el lomo cimero, donde la ausencia de arbolado permite disfrutar de la panorámica que se abre a ambos lados de la montaña.

Dejado el desvío de regreso a Lakidain, poco después, junto una hermosas hayas daremos vista a la cumbre de Irulegi. Con cruzar un amplio prado estaremos junto un gran panel informativo que recrea lo que fue el castillo. Desde el buzón instalado en la cumbre (893 m.) por Kojón Prieto M.T. la vista se abre en todas las direcciones, hasta las cumbres de la divisoria de aguas principal hasta las de Illon y Leire pasando por las de Aralar y Andia.

Una vez en el desvío citado, el itinerario continúa por un amplio camino situado a la derecha, por un terreno despejado, con arbolado autóctono en la loma hasta penetrar bajo la umbría de un denso hayedo. Más abajo el haya dará paso al roble y finalmente al pino silvestre, hasta salir del bosque en las proximidades del cementerio de Lakidain, donde encontramos un panel informativo de este recorrido.

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