Jesús Mari Alberdi y Francisco Javier Etayo se enfrentan a una petición fiscal de 18 meses de prisión, al considerarles el Ministerio Público los responsables de la elaboración del programa festivo de los San Rokes de 2009, en el que se incluían las fotografías de nueve presos políticos de Busturialdea y una mención a Jon Anza, además de la convocatoria de un homenaje a la ikurriña que fue prohibido por la Audiencia Nacional.

El procesamiento de los dos gernikarras es fiel reflejo de la crispación generada en agosto de 2009 por el mismo tribunal especial que les va a juzgar, que llegó a vetar que representantes de Etxerat y Gernika Rugby Taldea leyesen el pregón de los San Rokes, así como una kalejira en defensa de los presos. El Ayuntamiento, gobernado por EA e izquierda abertzale, optó por no celebrar ambos actos y convocó un triki-poteo por los represaliados, contra el que cargó indiscriminadamente la Ertzaintza.

En declaraciones a GARA, Alberdi reconoció la intranquilidad que le crea tener que sentarse el jueves, junto a otro vecino, en el banquillo de los acusados. «Todos sabemos lo que supone un juicio en la Audiencia Nacional, en la que más que juzgarse el aspecto jurídico de los casos, es un verdadero tribunal de excepcion donde los vascos somos juzgados por nuestra labor política, pero a su vez con la tranquilidad que me da el haber realizado mi trabajo como concejal de Fiestas de manera honrada, clara y para bien del pueblo. Y saber que he sido imputado precisamente por eso -subrayó-, por intentar hacer de las fiestas de Gernika un modelo de participacion popular».

El corporativo de la izquierda abertzale aclaró que, a pesar de la lógica preocupación que mantiene él y sus allegados, agradece el apoyo recibido de vecinos y agrupaciones locales. «Han intentado limitar y condicionar mi labor como representante municipal, pero he de decir claramente que gracias al apoyo recibido he tenido las fuerzas suficientes para seguir adelante», manifestó.

A raíz de los hechos de 2009, se creó en Gernika la plataforma Utzi Herria Bakean, para defender el modelo festivo participativo y arropar a estos dos acusados y otras cuatro personas imputadas por la carga policial.

Alberdi se siente una víctima más de la campaña desatada contra la solidaridad hacia los represaliados políticos y sus familiares. «Se trata de coartar y cercenar la solidaridad que Euskal Herria ha tenido historicamente para con los presos politicos, y éste es un episodio más de tantos otros», añadió.