Dilma Rousseff, la delfina de Lula y candidata del Partido de los Trabajadores (PT), logró ayer el 55,31% de los votos en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales brasileñas, con el escrutinio al 92,06%, según anunció ayer el Tribunal Electoral Superior (TSE).

El aspirante opositor, José Serra (del derechista PSDB), logró el 44,69%. La abstención llegó al 20,2%, tres puntos más que en la primera vuelta, un nivel elevado en un país en el que el voto es obligatorio. Hubo también un 4,42% de voto nulo y un 2,37% de blancos.

Las cifras del TSE confirman lo señalado en los últimos meses por las encuestas, que siempre dieron como favorita a Rousseff, escogida por el presidente Luiz Inácio Lula da Silva como candidata a sucederle.

Más de 135,8 millones de brasileños estaban llamados ayer a las urnas para elegir al sucesor de Lula y a los gobernadores de ocho estados y del Distrito Federal de Brasilia que no obtuvieron en la primera vuelta, el pasado 3 de octubre, la mayoría necesaria del 50% más uno para ganar las elecciones.

Los primeros colegios electorales cerraron a las 17.00 de ayer [20.00, en Euskal Herria], pero en algunos estados de las regiones norte y centro-oeste, que tienen una diferencia de dos horas respecto a Brasilia, la votación se prolongó hasta las 19.00 hora de Brasilia [22.00, en Euskal Herria].

Quince minutos después, el TSE dio los primeros resultados oficiales, con un alto porcentaje escrutado, ya que la mayoría de la población brasileña se ubica en la costa, donde los colegios se cerraron primero.

«Gobernar para todos»

Antes de conocerse estos resultados, Rousseff aseguró que en caso de vencer en los comicios, va a «gobernar para todos los brasileños», según declaraciones recogidas por el diario «O Globo».

Junto a ello, la ya presidenta brasileña denunció haber sido objeto de «calumnias de todo tipo» durante la campaña, pero aseguró haber conseguido afrontar la situación de forma digna. Así, destacó que el proyecto que defiende es el mismo que el del presidente Lula, «que ha hecho que todas las familias brasileñas hayan mejorado su nivel de vida».

La candidata del PT depositó su voto en una escuela provincial del sur de Porto Alegre tras participar en un desayuno con simpatizantes en un hotel de la ciudad.

También antes de conocerse los resultados, José Serra ya mostró una imagen derrotista, ya que, tras votar en un colegio electoral cercano a su domicilio en el barrio Alto de Pinheiros de Sao Paulo, calificó de «desigual» la campaña electoral, en referencia al apoyo mostrado por el presidente Lula a su compañera de partido.

Pese a las críticas de Serra, la jornada electoral en Brasil transcurrió con normalidad y sin ninguna clase de incidentes.